jueves, 18 de diciembre de 2008

SESIÓN Nº 19, Tema: El encuentro del Amor y la Sabiduría en la poesía

Miércoles 26 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo

Encuentro con la vida y obra de Gibrán Khalil Gibrán y Jacques Prévert
Dinámica grupal: estudio de biografías y poemas
Plenario


Gibrán Khalil Gibran (1883 -1931) Libanés. Nace en Becharré, en el Líbano, un 6 de enero. Fue poeta, pintor, novelista y ensayista.La ortografía de su nombre más conocida procede de la transcripción inglesa del original árabe. La transliteración correcta en español, más utilizada en publicaciones especializadas, es Yibrán Jalil Yibrán.
Fue el segundo de cuatro hermanos y vivió con ellos hasta los 11 años, cuando gran parte de su familia emigra a los Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para trabajar y vivir. Antes de ese viaje, aprende de otras personas, entre ellas de su abuelo materno, el conocimiento del arte y del saber universal, que fueron base para su literatura y su pintura. Ya con el tiempo cultivó con devoción el inglés, lengua que haría famosas sus novelas, aunque no olvidó el árabe, que perfeccionó tras su regreso al Líbano. En su país natal, una vez de retorno, producto de una gran reflexión espiritual escribe, lo que con el tiempo será su obra cumbre, “El Profeta”, en la cual trabajará durante años. En 1902, regresa a Boston y sin dejar de escribir, desarrolla su vocación por la pintura, que lo hará famoso. En París, más tarde expondrá sus pinturas, obteniendo los elogios de la crítica. Tiene 19 años. Escribe “Espíritus Rebeldes” en 1903. En la “ciudad luz” inicia un proceso de aprendizaje cultural, luego vuelve a Norteamérica. En 1912 es publicado el libro “Las Alas Rotas” el cual había comenzado en 1906; “Lágrimas y Sonrisas” en 1914; “La Procesión” en 1918 y “La Tempestad” en 1920. “El Profeta” se publica en 1923, con éxito total y dibujos de su propia autoría. Después, publica “El Loco”. Más tarde “Lázaro y Su Amada” en 1925; “Arena y Espuma” 1926; “Jesús, el Hijo del Hombre”en 1928, obra que trasciende y con la cual conserva la reputación y fama notorias, su último libro editado junto a “El Precursor” en 1929. Mantiene entretanto una gran correspondencia con parientes del Líbano, en su ausencia de su país natal, y con amigos que saben que él tiene un alma pura y es como “El Profeta”, su obra de arte. En esa época, en Estados Unidos, se ve afectado por una dolencia al corazón y tristeza. Permanentemente desea retornar a su patria, pero no puede viajar por su estado de salud. Él presiente que morirá pronto y desea escribir lo más posible, especialmente un mensaje altruista y sincero, profundamente poético. Así lo realiza aunque muchas de sus obras serán editadas en los años venideros, después de su muerte: “Los dioses De La Tierra” en 1931; “Entre noche y Día”, “El Jardín del Profeta”, “El Maestro”, “El Vagabundo” publicados en 1932; “Ninfas Del Valle” en 1948; “La Voz Del Maestro” en 1959; “Autorretrato” parte de su correspondencia, en 1960; “Pensamientos y Meditaciones” en 1961; “Dichos Espirituales” en 1963, con millones de ediciones póstumas en el mundo. Al fallecer, por un síncope el 10 de abril en Nueva York, siendo un hombre muy amado por amigos, amigas, conocidos y discípulos, sus restos son guardados y cuidados por sus seguidores en Boston con veneración. Luego transportados, vía marítima a Beirut, y sepultados en la iglesia carmelita de Mar Sarkis en Becharré. Hoy su tumba es un lugar de peregrinación en la República de El Líbano.

Del libro “ El Jardín del profeta”
El Tiempo

Gibrán Khalil Gibrán



Y un día, mientras departían sentados a las largas sombras de los blancos chopos, uno de los discípulos les dijo: Maestro, me inspira temor el tiempo. Pasa sobre nosotros y nos roba la juventud. Y, ¿qué nos da a cambio?
Y el profeta le contestó:
Toma un puñado de buena tierra. ¿Encuentras en ella una semilla, acaso un gusano? Si tu mano fuera lo suficientemente espaciosa y paciente, la semilla podría convertirse en bosque, y el gusano, en una bandada de ángeles. Y no olvides que los años, que transforman las semillas en bosques y los gusanos en ángeles, pertenecen a este ahora; todos los años son de este mismo ahora.
Y, ¿qué son las estaciones de los años, salvo vuestros pensamientos en cambio constante? La primavera es un despertar en vuestro pecho, y el verano sólo es el reconocimiento de vuestra fecundidad. ¿No es el otoño lo antiguo que hay en vosotros, cantando una canción de cuna a lo que aún es niño en vuestro ser? Y, ¿qué es el invierno? -os pregunto-, sino un sueño, pletórico de los sueños de las demás estaciones?
Y luego, Mannus, el discípulo inquisitivo, miró en torno de sí y vio plantas en flor enredándose en el sicomoro. Y dijo:
Mira los parásitos, maestro. ¿Qué nos dices de ellos? Son ladrones de ojos siniestros que roban la luz a los laboriosos hijos del sol, y que medran con la savia que corre por sus ramas y sus hojas.
Y el profeta le contestó:
Amigo mío, todos somos parásitos. Nosotros, los que trabajamos para que el suelo fértil se convierta en vida pulsante, no somos mejores que los que reciben la vida directamente del suelo abonado, sin saber que la reciben del suelo.
¿Dirá una madre a su hijo: Te devuelvo al bosque, que es tu madre mayor, pues gastas mi corazón y mi mano?
¿O rechazará el cantor su propia canción, diciendo: Vuelve ahora a la cueva de los ecos de donde viniste, porque tu voz consume mi aliento?
¿Y dirá el pastor a sus ovejas: No tengo pastos adonde llevaros a pacer; por lo tanto, que os degüellen, y que seáis un sacrificio para esta causa?
No, amigo mío; todas estas cosas tienen una respuesta obvia, y, como vuestros sueños, se colman cuando estáis dormidos.
Vivimos unos de otros, según la Ley antigua e intemporal. Vivamos así, con amorosa bondad. Nos buscamos unos a otros en nuestra sociedad, y caminamos por los caminos cuando no disponemos de un hogar a cuya vera sentarnos.
Amigos míos, hermanos míos, el camino más anchuroso es vuestro prójimo.
Estas palabras que viven del árbol succionan la leche de la tierra en la dulce calma de la noche, y la tierra, en su tranquilo sueño, succiona los pechos del Sol.
Y el Sol, como vosotros, como yo, como todo ser y toda cosa, se sienta con igual honor en el banquete del Príncipe cuya puerta siempre permanece abierta, y cuya mesa siempre está dispuesta.
Mannus, amigo mío, todo lo que es, vive siempre de todo lo que es; y todo lo que existe vive confiado, sin playas limitantes, de la magnanimidad del Altísimo.
Y una mañana, cuando el cielo aún estaba pálido a la luz de la aurora, caminaron juntos por el jardín y miraron hacia el Oriente, y permanecieron silenciosos ante la salida del sol.
Y al cabo de un rato, Almustafá señaló con el dedo, y dijo:
La imagen del sol matinal en una gota de rocío no es menos que el sol. El reflejo de la vida en vuestra alma no es menos que la vida.
La gota de rocío refleja la luz porque es una con la luz, y vosotros reflejáis la vida porque vosotros y la vida sois una misma cosa.
Cuando la oscuridad os envuelva, decid: "Esta oscuridad es una aurora que todavía no nace; y aunque la acción de la noche pese sobre mí, la aurora volverá a nacer en mí, así como nace en las montañas."
La gota de rocío que redondea su esfera en la penumbra del lirio no es diferente a vosotros, que redondeáis vuestra alma en el corazón de Dios.
¿Acaso diría la gota de rocío: "Sólo una vez cada mil años soy una gota de rocío?" Hablad vosotros, y responded: "¿No sabes que la luz de todos los años está brillando en tu esfera?"





Prévert, Jacques (1900-1977) Francés. Nace un 4 de febrero en Neuilly-sur-Seine. Sus padres son Suzanne y André Prévert quienes lo introducen en el teatro y la lectura. A la edad de seis años del poeta, su padre pierde el empleo. La familia sufre de pobreza durante un año al cabo del cual, se repone. Su padre será contratado por su abuelo al que Jacques tratará más tarde, como de “conservador” por ser monárquico. En 1907, ingresa a la escuela. Para 1911 es un púber apasionado y rebelde. En 1920 realiza su servicio militar en Saint-Nicolas -de-Port, cerca de Lunéville donde se encuentra con el pintor Yves Tanguy del cual se hace amigo. Meses después lo envían a Turquía como soldado. Durante su servicio militar en Constantinopla, al año siguiente, conoce a Marcel Duhamel, poeta. Una vez licenciados en 1922, Duhamel lo alberga en su casa, 54 rue du Château, en el XIVème arrondissement de París donde los acompaña Tanguy. La 54 rue du Château llega a ser el centro de todos los encuentros del movimiento surrealista, reuniendo a André Breton, Desnos y Aragon, a quienes conoce en 1924. En 1925, un 30 de abril, Jacques contrae matrimonio con Simone Dienne, una amiga de su infancia. Para 1928, Jacques, su esposa, y sus amigos dejan esa casa por una diferencia que tienen con Breton. Jacques lo critica abiertamente, y aunque nunca fue un surrealista formal, abandona este movimiento publicando «La muerte de un señor» en 1930. Para 1931 se da a conocer en los ambientes literarios de París con una sátira llena de fantasía y humor “Tentative de description d’un dîner de têtes à Paris, France” (Intento de descripción de una comida de “cabezas” (intelectuales) en Paris, Francia) en la que utiliza los recursos del idioma más inverosímiles desde el retruécano y demás juegos de palabras hasta giros del argot, llegando a muchos lectores, dado su espíritu lúdico infantil, incluso mágico. A partir de esa especie de manifiesto del humor las puertas de la producción cinematográfica se le abrieron para crear sus guiones, las de la música popular, para acompañar sus poéticas y pegadizas canciones y las de poesía, para publicar sus versos. En 1932 Jacques funda el «Grupo Octubre» y llega a ser el principal autor de skechts de la compañía y del teatro popular. En 1933 viaja a Moscú con su compañía y representa «La Batalla de Fontenoy». Conoce a Joseph Kosma, músico, quien le cantará sus poemas: “La Pêche à la baleine” (La pesca de la Ballena), “Bárbara”, “Les Feuilles Mortes” (Las hojas muertas). Entre 1934 y 1937 tres hechos significativos lo marcan: la separación de su mujer Simone, la muerte de su padre y el guión de cine que crea para Jean Renoir “Le crime de Monsieur Lange” (El crimen del señor Lange) en 1935. En 1938 escribe “Quai des Brumes», (“Que Incertidumbres”) un film de Marcel Carne representado por la actriz Michèle Morgan y el actor Jean Gabin.; así como “Le jour se lève” (El día se levanta) en 1939, para el mismo productor, representado por los actores Jean Gabin et Arletty. Llega la Segunda Guerra Mundial donde Jacques es desmovilizado en el año 1940, deja París y se instala en Saint-Paul-de-Vence trabajando clandestino en sus películas, acompañado de su amigo húngaro, el músico Kosma y otros, y de su amiga Claudy Carter, escribiendo el guión para Jean Grémillon “Remorques”. “Lumière d’été” (“Luz de verano”) y “Les visiteurs du soir” (Los visitantes de la tarde) en 1942, actuada por Jules Barry y Arletty. En 1945 crea los “Niños del Paraíso” actuada por Jean-Louis Barrault et Arletty. En 1946 fallece su madre y escribe “Paroles”(“Palabras”) su primera recopilación de poemas y vende 2.000.000 de ejemplares. Este libro está escrito en verso libre, con un estilo coloquial, y expresa, con una enorme ternura y un gran sentido del humor, la vida cotidiana del hombre urbano, sus esperanzas y problemáticas y su cálida alegría de vivir a través de cierto juego mágico. Ese mismo año nace su hija Michéle y crea “Histories” (Historias). Para el 47’ él se casa con la madre de Michéle, Janine, y publica «Visiteurs du soir» y «Contes pour enfants pas sages (“Cuentos para niños traviesos) con ilustraciones de Elsa Henríquez. En 1948 tiene un accidente gravísimo, a los 48 años. Se cae desde un ventanal y queda en coma. Los años siguientes serán de recuperación y conservará serias secuelas neurológicas. No obstante escribe “Le petit Soldat” (“El soldadito”) que será otra película de dibujos animados. Para 1949, publica «Amants de Vérone» (Los amantes de Verona) y en 1950, escribirá el dibujo animado “Le petit ramoneur» (“El pequeño deshollinador”) con Paul Grimault quien será, en 1979, premiado por crear el dibujo animado “Roi et l’Oiseau”, (“El Rey y el Pájaro”). En 1951 publica «Spectacle» (“Espectáculo”) y «Grand Bal du Printemps».(“El gran baile de primavera”), 1952, «Lettre des îles Baladar»( Cartas de las Islas de Baladar ») et «Guignol». En 1953, «L’Opéra de la lune» (“La Ópera de la Luna”). Luego de estar en Londres, regresa a Paris donde escribe y publica “La pluie et le beau temps”(“La lluvia y el buen tiempo”) en 1955, quedándose a vivir en el barrio de artistas de Montmartre. En 1956 rinde homenaje a Joan Miró con una publicación. También 1956 el adaptará la novela de Victor Hugo, “Notre Dame de Paris”. En 1957 expone sesenta collages en la galería de Maeght de París. En 1962 con André Villers y su amigo Picasso, publica dos libros de fotos, de pintura y collages. Pablo Picasso le hará un retrato. Para el año 1963 publica «Histoires et d’autres»( “Historias de los otros”) y expone sus collages en muchas ciudades de Francia en una gira. En 1966 publica «Fatras» y al año siguiente, 1967, «Arbres». (“Árboles”). En 1971 compra una casa en Normadía, en Omonville-la-Petite. Tiene como vecino a su gran amigo Alexandre Trauner. Para 1972 participa en “Hebdromadaires” (“Hebdomadario”, “Semanales”, el libro de los semaneros) El 11 de abril falleció en Omonville-la-Petite en Normandía, pero dos años antes, Michéle, su hija, casada con Hugues Bachelot, lo hizo abuelo de Eugénie, en 1974.




PARA TI MI AMOR
Jacques Prévert
francés

Fui al mercado de pájaros
y compré pájaros
Para ti
mi amor
Fui al mercado de flores
y compré flores
Para ti
mi amor
Fui al mercado de chatarra
y compré cadenas
Pesadas cadenas
Para ti
mi amor
Después fui al mercado de esclavos
Y te busqué
Pero no te encontré
mi amor.

De "Paroles"
Versión de Claire Deloupy


Odilon Redon - Evocación de las mariposas (1912)


EN LA TIENDA DE LA FLORISTA
Jacques Prévert
francés

Un hombre entra en la tienda de la florista
y elige flores
la florista envuelve las flores
el hombre se lleva la mano al bolsillo
para buscar el dinero
el dinero para pagar las flores
pero al mismo tiempo se lleva
súbitamente
la mano al corazón
y cae

Al mismo tiempo que cae
el dinero rueda por el suelo
y también las flores caen
al mismo tiempo que el hombre
al mismo tiempo que el dinero
y la florista se queda allí
ante el dinero que rueda
ante las flores que se marchitan
ante el hombre que se muere
sin duda todo es muy triste
es necesario que la florista
haga algo
pero no sabe qué hacer
no sabe
por dónde empezar

Hay tantas cosas por hacer
con ese hombre que se muere
esas flores que se marchitan
y ese dinero
ese dinero que rueda
que no deja de rodar.

De "La pluie et le beau temps"
Versión de César Rojas

sábado, 13 de diciembre de 2008

SESIÓN Nº 18, Tema: Poesía y cambio social



Miércoles 19 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo

Encuentro con la vida y obra de Heinrich Heine, Walt Whitman y Charles Beaudelaire
Dinámica grupal: estudio de biografías y poemas
Plenario



Beaudelaire, Charles (1821 -1867) Francés. Nace en París un 9 de abril. Su padre Francois, un ex sacerdote, de más de sesenta años, le enseñó a leer y escribir. Su madre, de treinta años, Caroline Archimbaut-Dufays, le enseñó Inglés. Al cumplir sus seis años su padre muere dejándole una pequeña herencia. Charles tiene una gran perturbación emocional y vive criado por una sirvienta luego que su madre se vuelve a casar con el general Aupick, su padrastro, al cual nunca aceptó. Estudia en el Colegio Real de Lyon donde se aburre por su notable inteligencia, superior a la de los demás niños, y lo trasladan al Colegio Louis-le-Grand de donde lo expulsan por una falta que nunca se pudo dilucidar, terminando su grado de Bachiller Superior para ingresar a la escuela de Derecho. Tiene diecinueve años cuando comienza a publicar en los periódicos sus poemas, firmados anónimamente y conoce al escritor Balzac. No obstante el apoyo de su padrastro, no desea ingresar a la carrera diplomática. Sólo quiere ser escritor. Durante este período, antes de su mayoría de edad, es un bohemio y sus padres, para alejarlo de esta vida, lo obligan a emprender varios viajes para que conozca el mundo. Visita Burdeos y se embarca en el paquebote Mares del Sur, hacia Calcuta. Termina recalando en la isla Mauricio, al este de Madagascar, enfermo y triste, donde se enamora y escribe «A una dama criolla», poema firmado con su nombre. Retorna a Francia en el L´Alcide donde escribe «El albatros». El viaje dura desde finales de marzo de 1841 hasta febrero de 1842. A su regreso conoce a Thèophile Gautier y Thèodor de Banville, escritores. Percibe la herencia paterna de 75.000 francos y se independiza dejando su hogar para irse a vivir solo. Mantiene una relación amorosa con una actriz mulata, Jeanne Duval en 1943. Ella le inspira sus mejores poemas como «El balcón», «Remordimiento póstumo», «Canción de primeras horas de la tarde», «Perfume exótico» y «Te adoro igual que a la bóveda nocturna” entre otros. Varios de sus amores platónicos y de amistad tendrán reconocimiento en poemas inmortales como «Canto de otoño» dedicado a Marie Daubrun, actriz del Teatro de la Gaîte; «Confesión» y «El alba espiritual» a Aglae Sabatier. A los 23 años, en 1844, escribe “Las Flores del Mal”. Gasta la fortuna heredada de su padre y cae en bancarrota. De allí hacia adelante su padrastro le dará una magra mesada para su sustento y él tratará de mantenerse publicando sus poemas en diversos medios. Es un hombre genial: ágil de mente, creador, entretenido en su conversación, culto, transgresor y de imaginación versátil. En 1846, se dedica a ser crítico de arte. Fruto de esto nacen sus ensayos «Los Salones». En ellos alaba al pintor y amigo Delacroix, lanza diatribas contra los pintores oficiales de la época y analiza la obra del pintor impresionista Edouard Manet con simpatía. Este trabajo de crítico lo lleva a asistir a varios conciertos de Wagner, a quien llegará a admirar hasta introducir su música en Francia. Por esos años publica en L´Espirit Public “Consejos a los jóvenes literatos”. Su reconocimiento social se inicia al morir el escritor Edgar Alan Poe, al cual no alcanza a conocer en vida, pero de quien se considera su “alma gemela”. Durante más de diecisiete años, traducirá la obra de Poe y la mostrará al mundo, ganando el prestigio y el respeto de la crítica literaria. Francia está convulsionada en 1848 y él participa de las barricadas haciendo amistad con el pintor Courbet, que pintará su retrato y lo inmortalizará. Cuando Napoleón se autoerige emperador y su padrastro es nombrado embajador en Madrid, él se afiliará a la Sociedad Republicana Central en contra de este nombramiento. Continúa publicando en el periódico “Le Salut Publique”, pero será un poeta controvertido por la publicación reciente de su libro “Las Flores del Mal”. Poulet-Malassis será el primer editor de este libro y será multado por publicarlo. Su título original fue “Los Limbos”, pero otros editores le cambiaron el nombre para poder venderlo. Con las sucesivas ediciones, el libro es cuestionado por el diario “Le Figaro” desatando un escándalo, arrastrándolo a juicio y obligándolo a pagar multas. El gran escritor Víctor Hugo le envía un mensaje de aliento: «Usted ama lo Bello. Déme la mano. Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!». Otros poetas jóvenes muy conocidos, entre ellos, Gautier y Saint –Beuve, lo apoyan. Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine serán sus autores admirados a partir de allí, pero de los cuales desconfiará posteriormente porque no apreciarán su obra. Pese a la condena de una sociedad ultra conservadora, en 1859 y 1860, el Ministerio de Instrucción Pública le entrega, por dos veces consecutivas, un aporte de trescientos francos, reconociéndole como poeta. Es el año de su publicación de «Paraísos Artificiales». Con su salud muy desgastada, escribe un ensayo sobre Madame Bovary, de Flaubert sin el reconocimiento esperado. Sus enfermedades le acarrearán una tras otra, un dolor constante que deberá combatir con opio para sedarse. Entonces crea la segunda parte de “Paraísos Artificiales” revelando los trastornos que se padecen con la droga, un estudio sobre Thomas de Quincey. Su sufrimiento corporal compromete su sistema nervioso, el asma no lo deja respirar y tiene úlceras gástricas. En este estado, 1861, se presenta a candidato a la Academia Francesa, pero fracasa. “Los Pequeños Poemas en Prosa” y sus conferencias por Bélgica no serán apreciados. Ya desconocido y arruinado será asistido en los brazos de su madre, a los 46 años, con un derrame cerebral que lo ha dejado mudo y paralítico y tras una lenta agonía de un año, fallecerá un día 31 de agosto. Fue enterrado junto a su padrastro, con el cual tuvo tantas diferencias, en el cementerio de Montparnasse.

LA CAMPANA HENDIDA
Charles Beaudelaire
Francés

En las noches de invierno es amargo y es dulce
escuchar, junto al fuego que palpita y humea,
cómo se alzan muy lentos los recuerdos lejanos
al son de carillones que suenan en la bruma.

¡Feliz campana aquella de enérgica garganta
que, pese a su vejez, conservada y alerta,
con fidelidad lanza su grito religioso
como un viejo soldado que vigila en su tienda!

Pero mi alma está hendida, y, cuando en sus hastíos,
quiere poblar de cantos la frialdad nocturna,
con frecuencia sucede que su cansada voz

semeja al estertor de un herido olvidado
junto a un lago de sangre, bajo un montón de muertos,
que expira, sin moverse, entre esfuerzos inmensos.


EL EXTRANJERO
Charles Beaudelaire
francés

-¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre,
a tu hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes
maravillosas!





Heine, Heinrich (1797- 1856) Alemán. Nace el 13 de diciembre en Düsseldorf. Esta fecha estuvo cuestionada porque los archivos de más de doscientos años se perdieron; y el propio poeta se señaló a sí mismo como «el primer hombre del siglo» debido a nacer en el Año Nuevo del año 1800, según declaró. Actualmente se sabe que fue el año 1797. Mayor de cuatro hijos del comerciante de tejidos Samson Heine y de su mujer Betty van Gelden, creció en una familia judía y en su pubertad escribió sus primeros poemas. Dejó el liceo en 1814, y por esta razón, lo obligaron a prepararse para una profesión comercial. Durante los dos siguientes años, trabajó para el banquero de Frankfurt Rindskopff. Esta experiencia lo hizo conocer el barrio judío de esta ciudad por primera vez, la falta de libertad y privaciones en el ghetto. Dejó a Rindskoff y laboró en la empresa bancaria de su acomodado tío Salomon Heine en Hamburgo. Éste lo ayudó constantemente apadrinándolo en todos sus planes literarios. Como Heine no mostraba afición ni talento comercial, su tío le ayudó, para que sobreviviera, en la instalación de una fábrica de tejidos que se llamó «Harry Heine & Co», la cual, al poco tiempo, se declaró en bancarrota porque su dueño escribía poesía. A los 22 años, en 1819, estudia Derecho en la ciudad de Bonn y en la Universidad de Gotinga. Trasladándose a Berlín en 1821, conoce a Adelbert von Chamisso, poeta, cuyo nombre real era Louis Charles Adelaide de Chamisso, francés, quien estudió ciencias naturales y en 1815 había sido nombrado naturalista de una expedición alrededor del mundo, por los alemanes. Éste, durante tres años había navegado partiendo desde Hamburgo, a veces de Copenhague a Brasil, visitando el Cabo de Buena Esperanza y Manila. Siendo un hombre agradecido por la lengua, la ciencia y la amistad que Alemania le había concedido a través del emperador Federico Guillermo, que admiraba su arte y lo había nombrado conservador del Jardín Botánico de Berlín, le brindó al joven Heine toda su ayuda y sabiduría. Así también Heinrich conoció al filósofo alemán G.W.F.Hegel, permaneciendo en Berlín luego del abandono de sus estudios universitarios, escribiendo poesía. “Poemas” de 1822, es lo primero que publica, pero entre 1824 y 1825 termina siendo abogado, luego de convertirse al catolicismo, porque el ejercicio de jurista a los judíos estaba prohibido en Alemania. “El viaje por el Harz”, 1826, una narración de sus exploraciones por las montañas de Hartz tienen la influencia de su amigo Chamisso. Al año siguiente publica “Libro de canciones”, una recopilación de sus poemas anteriores. Algunos de ellos fueron seleccionados por el compositor Franz Schubert para componerle música. Entre 1827 y 1831 recorrió Inglaterra, Italia y distintas pueblos de Alemania escribiendo sus experiencias y los paisajes, publicando tres volúmenes de poemas titulados “Cuadros de viaje”. Por aquella época se adscribió al grupo literario Junges Deutschland (La Joven Alemania) contraponiéndose a los cánones de la escuela romántica alemana y proponiendo un arte revolucionario. Viaja a Francia. En París se mantiene trabajando para varios periódicos alemanes. Entabla amistad con Honoré de Balzac y George Sand, y con los compositores Héctor Berlioz y Frédéric Chopin. Los tiempos políticos están revueltos. Los escritos de Junges Deutschland han sido prohibidos en Alemania en 1835. Alcanza a publicar “Historia de la religión y de la filosofía en Alemania” donde se observa la influencia de Saint-Simon. Publica también “La Escuela Romántica, un estudio sobre “Shakespeare” y otro acerca de “Cervantes”. Contrae matrimonio con una mujer francesa y continúa escribiendo “El rabino de Bacharach”, las persecuciones de los judíos durante la Edad Media, que se publica en 1840. En “Ludwig Börne” del mismo año, y “Atta Troll” publicado en 1843, defiende sus ideas artísticas y políticas respondiendo a las críticas que vienen desde Alemania a su persona. “Alemania, un cuento de invierno” del año 1844 son versos satíricos. Políticamente comprometido, periodista, ensayista, escritor sarcástico y polémico, su mundo se derrumba con una enfermedad que intenta superar a través de la creación poética a partir de 1848, cuando se lesiona la columna vertebral y una enfermedad asociada a ella lo va postrando día tras día, hasta su muerte, un 17 de febrero. Sus obras cumbres provienen de estos años de encierro y dolor, especialmente sus poemas, entre 1848 y 1856 como su “Romancero” de 1851, y sus “Últimos poemas”, póstumamente editados en 1869. No sólo fue un poeta del romanticismo alemán, un libro suyo da cuenta de esto “La Escuela Romántica”, sino que lo superó poetizando la cotidianidad de la existencia. Los relatos de sus viajes son un arte elevando el idioma alemán a una elegancia estilística desconocida hasta entonces, como todos sus artículos periodísticos comprometidos con la vida de los hombres porque él creía que el escritor tenía una responsabilidad social y política influyendo positivamente en mejorar la calidad de vida de los seres humanos. “Die Stadt Düsseldorf ist sehr schön, und wenn man in der Ferne an sie denkt und zufällig dort geboren ist, wird einem wunderlich zu Mute. Ich bin dort geboren und es ist mir, als müsste ich gleich nach Hause gehn. Und wenn ich sage nach Hause gehn, dann meine ich die Bolkerstraße und das Haus worin ich geboren bin» declaró. («La ciudad de Düsseldorf es muy bonita, y cuando desde lejos se piensa en ella y da la casualidad que se ha nacido allí, el ánimo se torna extraño. Nací allí y para mí es como si debiera ir inmediatamente a casa. Y cuando digo ir a casa, quiero decir a la calle Bolker y a la casa en la que nací») escribió en “Ideas. El Libro Le Grand” editado el 1827.

Citas de Heine

“Dios me perdonará, ese es su oficio”

“Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres”

“Allí donde se queman los libros se acaba por quemar a los hombres.”


CUESTIONES
Heinrich Heine
Alemán

A orillas del mar desierto,
junto al piélago intranquilo,
un joven lleno de dudas
se detiene pensativo,
y así a las ondas inquietas
dice con aire sombrío:
-«Explicadme de la vida
el arcano no sabido,
enigma que tantas frentes
ardieron por descubrirlo;
cabezas engalanadas
con adornos pontificios,
frentes con mitras hieráticas,
con turbantes damasquinos,
con birretes doctorales,
con pelucas, con postizos
cabellos, y tantas otras
cabezas que el escondido
enigma saber quisieron,
Decidme, yo os lo suplico:
¿Qué es el hombre? ¿de dó viene?
¿Adónde va su camino?
¿Qué habita en el alto cielo
Tras los astros encendidos? -»
El mar su canción eterna
murmura triste y dormido;
sopla el viento; huyen las nubes;
los astros en el vacío
fulguran indiferentes
con sus resplandores fríos,
y un demente una respuesta
espera en tanto intranquilo.






Walt Whitman (1819- 1892) Estadounidense. Nace en Wester Hills, Long Island, un 31 de mayo en Estados Unidos de Norteamérica. Hijo de un carpintero, y segundo de nueve hermanos, su familia se traslada a Brooklyn y realiza sus primeros estudios allí durante seis años. Luego ingresa a trabajar en una imprenta para ayudarla, económicamente. Más tarde trabaja como impresor en Nueva York, pero decide ir a Long Island a hacer clases a los niños de las escuelas. Entre 1838 y 1839 publicó un periódico, el Long-Islander, en Huntington. A los 23 años, en 1842, comienza a trabajar como redactor del periódico neoyorquino «New York Aurora», asiste a teatros, a bibliotecas y librerías en esa ciudad. También colabora con otros periódicos de ésta, como el «Evering Taller», el «Brooklyn Daily Eagle» y otros, además de trabajar en diversos oficios. De pronto, empezó a escribir una poesía totalmente distinta de la que se estaba escribiendo en los medios literarios, y diferente a la que él estaba creando, sentimental y romántica, y se dedicó por completo a tal actividad. En 1855, aparece la 1ª edición de «Hojas de Hierba» (“Leaves of Grass”), con doce poemas. Estos estaban versificados de una manera totalmente distinta como hasta entonces, incluso de sus poesías románticas anteriores. La obra exulta el cuerpo humano y glorifica los placeres que dan los sentidos al ser humano. Nadie quería publicarla y él tuvo que cubrir los gastos de su publicación y colaborar en las tareas de impresión. Su nombre no aparecía en la portada de esta edición, en cambio, un retrato suyo, como el granjero bondadoso, de camiseta, con los brazos en jarras y el sombrero de paja ladeado, en actitud desafiante, fue su presentación. Su prefacio fue dirigido a celebrar el advenimiento de una literatura democrática, de acuerdo con los sentimientos del pueblo, sencilla, irrefutable, donde el poeta es afectuoso, sano y heroico, y la poesía atraerá a los lectores por la fuerza de su magnetismo que no es otra cosa que el baluarte épico lírico de su personalidad. “Me canto y me celebro a mí mismo”, son sus primeros versos en el poema “Me canto a mí Mismo” decidores, brindando todas las posibilidades para que otros, poéticamente, sientan y hagan su vida en plenitud, dando una visión de un “Yo” lúcido, sensual, que ama a la humanidad como en «¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!» y en los versos del poema “Los Dormidos” donde existe un vuelo visionario de la vida, la muerte y el renacer. En su segunda versión de 1856, el ensayista y poeta Ralph Waldo Emerson, lo felicitó a través de una carta. Aquí aparece el poema “En el transbordador de Brooklyn” donde se reúnen los lectores del pasado y el futuro, a bordo de un transbordador que cruza el océano. Hubo una tercera edición en 1860 de “Leaves of Grass” y el número de poemas aumentó a cuarenta y seis. Aparecen aquí “La cuna que se mece sin fin”, donde él buscó la forma de integrar la música de la ópera, de la cual era un asiduo admirador, en las palabras, y un pájaro que representa la voz de la naturaleza le dice a un niño, al poeta, el significado de la muerte; en “Hijos de Adán” y en “Calamus” los temas a tratar son los de la amistad y la sexualidad. Para entonces es enrolado en el ejército, y combate en la Guerra de Secesión, a favor de la libertad de los esclavos con Lincon. En el frente crea su célebre poema «Beats, Beats, Drums!» (“¡Redoblad, redoblad, tambores!) que añadió posteriormente, a la edición de “Hojas de Hierba” del año 1867, reflejando la preocupación poética por las consecuencias de la Guerra Civil estadounidense, y su esperanza de una reconciliación entre Norte y Sur. Se traslada a Washington luego que su hermano ha sido herido en la batalla de Fredericksburg y lo cuida. En pleno fragor, él asiste espiritualmente, en ese hospital militar de campaña, a los soldados heridos del bando norteño, que vienen del frente. Es un poeta popular, leído por mucha gente, pero la crítica literaria conservadora busca destruir su imagen, debido a que no comprenden que él es un hombre visionario, un profeta que escribe con una poesía de anticipación. Asesinan al presidente Abraham Lincon y él escribe en su honor su poema “¡Oh Capitán, mi Capitán!», elegía que, junto a tres más, forman la obra «Conmemoraciones del Presidente Lincon». “Canto al Camino Real” afirma claramente la importancia y la unicidad de todos los seres humanos. Muestra su potencial como escritor inmortal, cuando prevé el futuro del “progreso” en Estados Unidos, como algo al cual hay que saber detener antes que arrase con el humanismo y la libertad de ser, como ser humano, a escala humana, visionariamente ecológico. Al publicarse la cuarta edición de “Hojas de Hierba”, en 1867, él es reconocido en todo el mundo literario. Más tarde, en 1871, en una quinta edición, esta obra deleitará a sus lectores precisamente por su fuerza y pasión emotiva, intelectual, e intuitiva, una obra de arte que estremece al mundo, por su estilo poético. Publicó otra, entretanto, “Paso hacia la India” donde existe una visión mística de la unidad entre Oriente y Occidente. Se arma un juego poético con el alma, con Dios, simbolizado por los avances del “progreso” y la técnica. En Estados Unidos recibe agrias críticas por su forma de vivir, enalteciendo al ser humano, el humanismo, la amistad y el desarrollo evolutivo de la naturaleza, además de tener claridad en los grandes avances tecnológicos para la época, asunto incomprensible para mentes estrechas y decadentes. En el continente europeo, se le reconoce su talento y se le considera un genio como poeta. En 1873, a la edad de 54 años, trabaja en el gobierno, pero sufre un grave ataque cardiovascular apopléjico, que le dejará secuelas durante toda su vida como una parálisis parcial. Cuando se repone, compra una casa e invita a su hermano George a vivir con él en Cardem, Nueva Jersey. En ella vivió, revisando y añadiendo poemas a “Hojas de hierba”, su tarea que para él, siempre pareció inconclusa. Ya es un profeta, abierto, dedicado al presente, al “Ahora”, al “Aquí”, existencial, de una larga barba canosa que inspira bondad. En 1880, es publicada la última edición de su obra “Hojas de Hierba”. Esta 6ª edición produjo mucho más escándalo, llegando incluso a ser retirada de circulación en Boston, por orden del tribunal. Él aumentaba el número de poemas a esta obra, perfeccionándola. En 1881 quedó, por fin, satisfecho con sus poemas, sin dejar de publicar nuevas ediciones hasta la versión final de 1892. En 1882-83, su tarea literaria consistió en crear, para las jóvenes generaciones, “Días ejemplares” revisión y compendio de sus antiguos escritos en plena batalla durante la guerra, notas del asesinato del presidente Lincon, y reflexiones de la vejez y su íntima mirada a la naturaleza. Sus últimos años fueron para crear “Perspectivas democráticas”, ensayos de una teoría democrática y sus posibilidades humanistas. Falleció en Cardem, un 26 de marzo. En 1897, apareció un nuevo ciclo de poemas, póstumos: “Ecos de la vejez”, que formó parte de la versión definitiva, editada en 1965 por Harold W. Blodgett y Sculley Bradley y otra, con la traducción al castellano, del escritor argentino Borges, en 1972. Su valiente ruptura con la poética tradicional, tanto en el plano de los contenidos como en el del estilo, determinó una nueva senda para las posteriores generaciones de poetas, de su país y del mundo entero. Es un canto al hombre y la mujer, a la savia terrestre, imperecedera, la creación del ser humano. “Quien camina una milla sin amor, se dirige a su propio funeral/ envuelto en su propia mortaja;/Y yo y tú, sin tener un centavo, podemos comprar lo más precioso de la tierra,/ y la mirada de unos ojos o una arveja en su vaina confunden la sabiduría de todos los tiempos…”


LO QUE SOY DESPUÉS DE TODO
Walt Whitman
estadounidense

¿Qué soy, después de todo, más que un
niño complacido con el sonido
de mi propio nombre? Lo repito una y otra
vez,
Me aparto para oírlo -y jamás me canso de
escucharlo.
También para ti tu nombre:
¿Pensaste que en tu nombre no había otra
cosa que más de dos o tres inflexiones?


Cosmos
Walt Whitman
estadounidense

" Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones
el pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos. "


De: “Hojas de hierba”Walt Whitman
estadounidense

48. Dije que el alma no es superior al cuerpo,
y dije que el cuerpo no es superior al alma,
y nada, ni Dios siquiera, es más grande
para uno que lo uno mismo es,
y quien camina una cuadra sin amar al prójimo
camina amortajado hacia su propio funeral,
y yo o tú podemos comprar la flor y nata
de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo
en el bolsillo,
y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano
en su vaina, desconcierta las enseñanzas
de todos los tiempos,
y no hay oficio ni empleo en el que un joven
no pueda convertirse en héroe,
y el objeto más delicado puede servir
de eje al universo,
y digo a cualquier hombre o mujer:
que tu alma se alce tranquila y serena
ante un millón de universos.

Versión de León Felipe

jueves, 11 de diciembre de 2008

SESIÓN Nº 17, Tema: Sentimientos y humanidad, la poética de la convivencia afectiva con los niños y adolescentes


Imagen: El Principito

Miércoles 12 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo
Encuentro con la vida y obra de José Martí
Dinámica grupal: estudio de biografía y poemas
Plenario


Martí, José (1853 -1895) Cubano. Nace en La Habana, un 28 de enero donde realiza sus estudios primarios. Es discípulo del gran Rafael María de Mendive, filósofo, jurista y poeta. Éste fue su maestro: director de la Escuela Municipal de Varones reconocido especialmente por la Junta Superior de Instrucción Pública. Por sus enseñanzas culturales y cívicas a quién llegaría a ser el Apóstol de Cuba, Mendive ha sido aclamado popularmente como un hombre excepcional. Así también su otro maestro José de la Luz y Caballero un humanista de la ética más pura y elevada que América ha podido compartir. Para José Martí, la pedagogía fue la labor que ocupó todos sus días, más que la escritura. No obstante, escribió libros de texto, discursos y realizó traducciones. Su obra más sorprendente es la creación de sus “Aforismos”, notas breves que dejó consignadas durante toda su vida, observaciones y datos relativos a todo lo que le llamara la atención. De este modo, pensamientos científicos, sociales, religiosos, humanos llegaron a resaltar por su profundo misticismo como “El amor es la elevación de todas nuestras potencias a la última potencia.” Así descubrió el mundo. Cuba, por aquella época era la última colonia de España en América y le tocó como patriota y escritor, vivir en un período de intenso desarrollo de las ideas liberacionistas que promovió. Por eso es que a los 16 años, en 1869, por sus ideas revolucionarias que pretendían convertir a Cuba en una República independiente de la corona española, fue encarcelado y condenado a seis años de prisión donde experimentó todo el rigor de esta injusticia privado de agua, de comida, en una celda inmunda, sórdida y mojada. A pesar de ello es conmovedor cómo escribe versos, ensayos e ideas para su pueblo como un apóstol, sufriendo las peores penurias. Con su salud muy delicada fue indultado, para ser confinado a la isla de Pinos de donde salió deportado a España. Allí publicó, en 1871, “El presidio político en Cuba”, el primero de muchos folletos que procuraban entregar claridad y conciencia por la causa de la independencia. Sus estudios los finalizó en la Universidad de Zaragoza donde se licenció en Derecho y Filosofía y Letras el año 1874, pero continuó desterrado de su patria, en Francia, en 1875, desde donde se trasladó a México, se enamoró y contrajo nupcias con Carmen Zayas Bazán. En 1877 fue profesor de la Universidad Nacional de Guatemala donde vivió. Para 1878 regresó a Cuba, pero volvió a ser desterrado por sus actividades de intelectual benemérito en pro de las ideas republicanas. Exiliado nuevamente llegó a Estados Unidos. Precursor del modernismo iberoamericano, allí permaneció entre 1881 y 1895, en la ciudad de Nueva York, donde ejerció como el periodista y fundó, en 1892, el Partido Revolucionario Cubano. Siendo delegado de este partido creó el periódico “Patria”. Famosas son sus obras de este período: el poema “Ismaelillo”, creado en 1882; “Amistad funesta” una novela en el año 1885. Fundó y dirigió la revista para niños “La edad de oro” donde publicó un texto sobre San Martín en 1889; “Versos sencillos” en 1891 y “Versos libres” en 1892. Su estilo fluido, humanista, sencillo, donde se guardan intensas imágenes personales despierta en la sensibilidad de sus lectores, lo irrefutable de la vida, los afectos, la justicia, la ética y la belleza, la pureza de la verdad. Para 1895, con cuarenta y dos años, partió a la isla de Santo Domingo para redactar el “Manifiesto de Montecristi” donde predica: “La guerra no es contra el español, que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá[n] gozar respetado[s], y aun amado[s], de la libertad que solo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino. Ni del desorden, ajeno a la moderación probada del espíritu de Cuba, será cuna la guerra; ni de la tiranía. Los que la fomentaron, y pueden aún llevar su voz, declaran en nombre de ella ante la patria su limpieza de todo odio,su indulgencia fraternal para con los cubanos tímidos o equivocados su [respeto] radical respecto al decoro del hombre, nervio del combate y [sostén de] cimiento de la república,su certidumbre de la aptitud de la guerra para ordenarse de modo que contenga [a la vez] la redención que la inspira, la relación en que un pueblo debe vivir con los demás, y la realidad que la guerra es, y su terminante voluntad de respetar, y hacer que se respete, al español neutral y honrado, en la guerra y después de ella, y de ser piadosa con el arrepentimiento, e inflexible sólo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”. Este manifiesto lo firmó con el general Máximo Gómez y Baez, el héroe de la independencia cubana para luego desembarcar con éste en Playitas, al este de Cuba y luchar contra los españoles. Un mes más tarde, en plena campaña, un 19 de mayo, falleció durante una escaramuza provocada por las tropas españolas, en la localidad de Dos Ríos. A partir de 1936 sus obras completas de 73 volúmenes fueron publicados.



A LOS ESPACIOS
José Martí
Cubano

A los espacios entregarme quiero
donde se vive en paz, y con un manto
de luz, en gozo embriagador henchido,
sobre las nubes blancas se pasea, -
y donde Dante y las estrellas viven.
yo sé, yo sé, porque lo tengo visto
en ciertas horas puras, cómo rompe
su cáliz una flor,— y no es diverso
del modo, no, con que lo quiebra el alma.

Escuchad, y os diré: —viene de pronto
como una aurora inesperada, y como
a la primera luz de primavera
de flor se cubren las amables lilas...
Triste de mí: contároslo quería
y en espera del verso, las grandiosas
imágenes en fila ante mis ojos
como águilas alegres vi sentadas.
Pero las voces de los hombres echan
de junto a mí las nobles aves de oro:
ya se van, ya se van: ved cómo rueda
la sangre de mi herida.
Si me pedís un símbolo del mundo
en estos tiempos, vedlo: un ala rota.
¡Se labra mucho el oro, el alma apenas!
Ved cómo sufro: vive el alma mía
cual cierva en una cueva acorralada:
— ¡Oh, no está bien:
me vengaré, llorando!-



ÁRBOL DE MI ALMA
José Martí
Cubano

Como un ave que cruza el aire claro
siento hacia mí venir tu pensamiento
y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
como los labios frescos de un mancebo
en su primer abrazo a una hermosura:
cuchichean las hojas: tal parecen
lenguaraces obreras y envidiosas,
a la doncella de la casa rica
en preparar el tálamo ocupadas:
ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
¡Todo lo triste cabe en él, y todo
cuánto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
ramas lo limpio: bruño con cuidado
cada hoja, y los tallos: de las flores
los gusanos del pétalo comido
separo: oreo el césped en contorno
y a recibirte, ¡oh pájaro sin mancha!
Apresto el corazón enajenado!

SESIÓN Nº 16, Tema: Aprendizaje transformacional con la poesía


Imagen: El arte y la literatura, William Bouguereau

Miércoles 5 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo

Encuentro con la vida y obra de Max Jara, Beatriz Concha Cosani, Carlos Pezoa Véliz
y Ester Matte Alessandri
Dinámica grupal: estudio de biografías y poemas
Plenario

Concha Cosani, Beatriz (1942 - ) Chilena. Nace en Santiago un 14 de mayo. Su padre, Ruperto Concha Varas la crió en el campo, junto a sus hermanos, en Rinconada de la Requinoa, cerca de Talagante, con el cual aprendió a conocer la naturaleza. Su madre, la escritora e ilustradora Esther Cosani, la introdujo en la literatura, en la magia y en el mundo invisible sólo accesible a través de la imaginación y la creatividad. A los once años regresó a Santiago para ingresar a un buen colegio donde no pudo adaptarse. No fue comprendida, en este círculo escolar, que ella pudiese subirse a un alto pino, mientras sus compañeras, muy “educaditas y señoritas” no pudieran hacerlo por respetar “reglas” y demases. En sus estudios sus notas no fueron más que mediocres, no obstante en Artes Plásticas siempre tuvo un siete. Con 16 años ingresó a estudiar Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Adquirió el oficio de ilustradora recorriendo diversos países de Sudamérica trabajando como dibujante. Al escritor de cuentos infantiles Saúl Schkolnik le ilustró varios libros. Casada con Alain de Grange, trabajó para los diarios La Tercera en “Icarito”, para “Pocas Pecas” en El Mercurio. Ha dedicado la mayor parte de su vida a ilustrar libros infantiles - seiscientos y más - y textos escolares de diferentes empresas Editoriales. En el año 1995 recibe una medalla en la Bienal de Ilustración Infantil de Tokio en el concurso Norma. En 1994 publica su primera obra literaria, «El país de las Ausencias» editado por Zig-Zag, el cual es adquirido por el Proyecto Biblioteca de MECE. Obtiene el segundo premio de novela del Consejo Nacional del Libro y la Lectura con “Rosita Sombrero” en 1997. Para el año siguiente, 1998, por “Un remolino de Cuentos” otorgado por el mismo consejo con un segundo premio. Actualmente reside en Francia y expone sus pinturas en la Galería Schwarzbach en Wuppertal, Alemania. De otras obras destacamos “Tontinas” editado por Zig-Zag en abril del 2000.

LOS PERDENTOS
Beatriz Concha
Chilena

Muchas cosas se han perdido
cual llevadas por el viento…
El viento no es un bandido:
se las roban los Perdentos.

Los Perdentos….¿Quiénes son?
Unos duendes flacuchentos,
maliciosos, copuchentos,
largos dedos de ladrón.
Envuelto en su capuchón,
el Perdento se desliza
como una sombra huidiza
y se esconde en un rincón.

Observa, con sólo un ojo,
el objeto que desea
y, sin que nadie lo vea,
lo roba a su entero antojo.

¿Se te perdió un calcetín?
Reclámaselo al Perdento,
el tiene el oído atento
y propondrá un arreglín.

Te devuelve tu calcetín,
roba en cambio una tijera,
o te sisa la panera,
o te birla el corbatín.

Si buscas, desesperado,
donde está tu otro zapato
¡échales un garabato!
Y aparecerá a tu lado.

Los Perdentos, asustados,
devuelven lo que les pidan,
que en tal trance no trepidan
para no ser insultados.


Jara, Max (1886-1965) Chileno. Nace un 21 de agosto en Yerbas Buenas, pueblo cercano a Linares. Su verdadero nombre es Maximiliano Jara Troncoso. A muy temprana edad le interesó la literatura. A los trece años, en 1899, sus primeros versos fueron publicados en el periódico “El Deber”, de la localidad de Piduco. Terminó sus estudios secundarios en 1901 en Santiago. Durante tres años fue estudiante de la escuela de Medicina de la Universidad de Chile, pero la dejó para dedicarse a escribir. Como este fue su norte, trabajó para procurarse su manutención, en diversos oficios: como escribiente en la Facultad de Matemáticas e Inspector General de la escuela de Ingeniería de la misma Universidad que abandonó, como redactor de cables en “El Mercurio” y “ El Diario Ilustrado”, como oficinista en la Dirección de Obras Públicas y Ferrocarriles del Estado terminando con un cargo administrativo de sub jefe de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile. Un primo hermano de su padre, Pedro Antonio González, poeta, influenció su primer libro “Juventud” de 1909, escrito con cierto romanticismo exagerado, del cual se desligó no sin apremios porque buscaba un estilo propio, difícil de encontrar. Es un período en que escribe elegantemente, melancólico, pero sin hallar un lenguaje que dé con su verdadero sentir personal. Por su carácter silencioso, sereno, reservado, estuvo alejado de los círculos literarios de la época. En 1914, Max se alejó del simbolismo aproximándose al romancero y a la poesía juglaresca medieval española al publicar un segundo libro “¿Poesías?”. Estaba en pleno descubrimiento de un lenguaje y forma propios que se afirmó en su siguiente libro “Asonantes: tono menor” en 1922, donde se encuentra su poesía “Ojitos de pena” tan famosa, con una expresión lírica que incluso pudo mantenerse alejada de la gran influencia del creacionismo de Vicente Huidobro. Para 1916, su obra fue recopilada en la “Antología Selva Lírica”. Su creación poética era ya reconocida por la crítica nacional valorando una poesía fina, sencilla y cuya armonía despertaba espiritualmente a quien la leía. Fue Pablo Neruda y Eduardo Barrios quienes como jurado, entre otros poetas, decidieron otorgarle el premio Nacional de Literatura a la edad de setenta años. En esa ceremonia expresó: “La poesía es la expresión rítmica y rimada de las emociones del hombre. Es imposible emocionarse con lo que no se entiende. Afortunadamente hay poetas modernos que están dirigiendo sus obras a la poesía clásica. Ojalá que esto sea imitado por el resto de nuestro poetas. El mundo necesita un poco de sentimiento, de amor y de fe y sólo la poesía puede encontrarlo”

Ante el arroyo
Max Jara

Aguas que multiformes y turbulentas
entre las rigideces de los peñascos,
con nostálgico vértigo de tormentas,
ruedan en un sonoro tropel de cascos;
aguas de claridades hondas y quietas,
traidoras en su ignota melancolía,
aguas, todo belleza, de los poetas,
aguas, todo tristeza, de los suicidas;
vierten vuestros rumores en mis oídos
la tumultuosa vida de las montañas,
agua maravillosa de los olvidos
bullente en el bochorno de mis entrañas.
Preña con tus hechizos las soledades
de mis ojos, resecos con la mezquina
aridez desolada de mis edades,
agua de peregrinos, y peregrina.
Mujer no me ha besado como tú besas,
ni sus miserias turban como tus sones,
que las fragilidades de tus bellezas
quebrantan el prodigio de los timones.


Pezoa Véliz, Carlos (1879 -1908) Chileno. Nace un 21 de julio en un barrio pobre de Santiago de Chile. Su madre estuvo dedicada al servicio doméstico, como criada o costurera al parecer, y su padre, un inmigrante español que vino a la aventura a este país, desapareció en la noche de los tiempos. A raíz de este episodio, los patrones de su madre, quienes como matrimonio no podían tener hijos, lo adoptaron. De esta forma pudo, el futuro poeta, contar con una familia constituida tanto así, que sus padres le adoptaron también una hermanita para que no estuviese solo. Durante su adolescencia, en el período que inicia su prosa poética, las fugas de su hogar se hicieron frecuentes vagabundeando por las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar. A los veinte años fue arrasado por un amor virgen que le produjo crear “Cosa Pasada”, una primera etapa romántica llena de tristes y apasionadas imploraciones por el amor no realizado. Influyeron en él varios poetas y escritores de renombre como Gutiérrez de Nájera, Gustavo Adolfo Bécquer, Edgar Allan Poe, Rubén Darío con su modernismo, Gorki y Tolstoi, estos últimos, sensibilizándolo socialmente. Entrando a 1900, fue periodista en los diarios “El Chileno”, “La comedia humana” y “La voz del pueblo”, los cuales le dieron la oportunidad como reportero, de conocer la existencia de los hombres y las costumbres de las oficinas salitreras del norte. «El taita de la oficina» fue un cuento creado, producto de esta interacción tan enriquecedora. Una segunda etapa, más maduro, entre 1902 y 1905, lo destaca por los poemas «Nada», «El Organillo» y «Juan Pereza», los cuales son dados a conocer y lo levantan como uno de los excelsos poetas chilenos del siglo veinte. Es un poeta enraizado en la voz del pueblo chileno. Sus motivos son la vida del campo y de la ciudad, los campesinos pobres, la marginalidad de los desplazados, de los humillados y caídos. Tiene un lenguaje irónico matizado con el sufrimiento y la tristeza de los más desposeídos, inclusive cuando se escribe a sí mismo siempre rebelándose, denunciando, parodiando. Varios críticos literarios arguyen que Pezoa ha influenciado a Parra. Las publicaciones habituales en los periódicos y revistas, de poemas, relatos y viñetas, en “La lira chilena”, “Pluma y lápiz” y “Luz y sombra”, crearon presencia en la opinión pública nacional de su pensamiento, sumadas a su participación en el Ateneo de Santiago, de por sí, brillante. Fue designado Secretario Municipal de Viña del Mar. Esta ciudad como la de Valparaíso fue para él fundamental en su vida cultural y personal. De su poesía, reunida en antologías póstumas, destaca también, fuera de los nombrados, “El perro vagabundo» y “Entierro de campo», entre otros. Antes de morir, y muy joven, de 30 años, por una tuberculosis, el 21 de abril en el Hospital San José de Santiago, hoy centro cultural, patrimonio arquitectónico nacional, contempla sus alrededores y crea el poema el «Alma Chilena».

El Perro Vagabundo
de Carlos Pezoa Veliz

Flaco, lanudo y sucio. Con febriles
ansias roe y escarba la basura;
a pesar de sus años juveniles,
despide cierto olor a sepultura.

Cruza siguiendo interminables viajes
los paseos, las plazas y las ferias;
cruza como una sombra los parajes,
recitando un poema de miserias.

Es una larga historia de perezas,
días sin pan y noches sin guarida.
Hay aglomeraciones de tristezas
en sus ojos vidriosos y sin vida.

Y otra visión al pobre no se ofrece
que la que suelen ver sus ojos zarcos;
la estrella compasiva que aparece
en la luz miserable de los charcos.

Cuando a roer mendrugos corrompidos
asoma su miseria, por las casas,
escapa con sus lúgubres aullidos
entre una doble fila de amenazas.

Allá va. Lleva encima algo de abyecto.
Le persigue de insectos un enjambre,
y va su pobre y repugnante aspecto
cantando triste la canción del hambre.

Es frase de dolor. Es una queja
lanzada ha tiempo, pero ya perdida;
es un día de otoño que se aleja
entre la primavera de la vida.

Lleva en su mal la pesadez del plomo.
Nunca la caridad le fue propicia;
no ha sentido jamás sobre su lomo
la suave sensación de una caricia.

Mustio y cansado, sin saber su anhelo,
suele cortar el impensado viaje
y huir despavorido cuando al suelo
caen las hojas secas del ramaje.

Cerca de los lugares donde hay fiestas
suele robar un hueso a otros lebreles,
y gruñir sordamente una protesta
cuando pasa un bull-dog con cascabeles.

En las calles que cruza a paso lento,
buscan sus ojos sin fulgor ni brillo
el rastro de un mendigo macilento
a quien piensa servir de lazarillo.


Matte Alessandri, Ester (1920-1996). Chilena. Nace en Santiago, un 17 de febrero, en plena candidatura presidencial de su abuelo Arturo Alessandri. De carácter sensitivo, melancólico, hipersensible, tímido y rebelde al mismo tiempo, su sencillez la impulsa siempre a disminuir la importancia de su propia obra favoreciendo la de otros, especialmente de poetas y escritores jóvenes de su época, y su sensibilidad a donarse a los desposeídos. Sus primeros pasos lo da en el Palacio presidencial La Moneda, en las alfombras rojas de sus salones, donde vivió una vez su abuelo fue elegido presidente de la República. En 1924, su familia abandona la Moneda a medianoche, ella en camisa de dormir, muy asustada, cuando un grupo de militares intenta tomarse el poder, partiendo a la calle Agustinas donde conoce otro hogar: con palmeras, gatos, gallinas, perros y loros. “esa noche de desvelo hizo crecer en mí algo negro, triste, desolado que me ahogaba y que más tarde supe que se llamaba angustia”, como escribirá en su autobiografía. Había aprendido a leer y escribir en su casa y luego estudió en las Monjas de los Sagrados Corazones. En Sexto año de preparatoria ingresó al Liceo Nº1 de Niñas donde realizó los tres primeros años de enseñanza secundaria, terminándola en el colegio Jeanne D’Arc. En 1928 se entera que la casa de su abuelo es allanada mientras él permanece en el exilio, y que su abuela conmocionada no logrará reponerse hasta enfermarse, lo que la conducirá a a muerte más tarde, cuando su abuelo es elegido nuevamente presidente el año 1936. Antes de este deceso lamentable de su abuela querida, Ester, el año 1931, con 11 años, no puede ir a buscarlo cuando éste regresa del exilio, pues se enferma de fiebre psicosomática. Vivió grandes contrastes de experiencias. En Santiago, cuando retornaban de sus largas vacaciones en Buin, luego de convivir con pinos, sauces, trigo, carretas, paseos en bicicleta, comiendo melones y sandías, se encontraban con parientes encarcelados que el general Ibañez había hecho apresar, y agentes de seguridad que los seguían por las calles, en medio de la incertidumbre y la inseguridad. Otro momento terrible de su existencia lo vivió cuando estuvo en Chillán el día del terremoto, un 24 de enero de 1939. Su padre venía de Santiago y su tren descarriló en un puente del río Ñuble. Éste llegó a pié al centro de la ciudad, presenciando los derrumbes, los incendios, los cadáveres y los heridos ayudando en lo que pudo hasta encontrar a su familia. Ester quedó con su familia mirando el cielo lleno de aerolitos que lo surcaban, al lado de su casa totalmente destruida. Luego de esta desgracia, entró a la Universidad a estudiar Castellano y Literatura con los mejores profesores chilenos como Eugenio Pereira Salas, Eugenio González, Feliú Cruz, Antonio Doddis, entre otros. Universitaria conoció a Gonzalo Rojas, quien le presentó a Nicanor Parra, ambos la llevaron a conocer a Pablo Neruda y a Delia del Carril en la casa de Michoacán, en Ñuñoa. Estuvo tres veces en París. Invitada por el profesor Doddis, en una situación muy difícil de sobrevivencia y muy joven; la musicóloga Cora Bindhof le pidió que le llevara un paquete a París a su hija Elisa, casada con André Breton. Una vez que entregó dicho paquete por esas coincidencias, se le abrieron las puertas para conocer a todos los surrealistas de la época en la casa de los Breton. La segunda vez en París fue en 1965, donde estuvo con Neruda y Matilde y Enrique Lihn. La tercera asistió a La Sorbonne, por una invitación de la universidad a un seminario de literatura sudamericana. Había acompañado años antes, en 1955, a su marido norteamericano a Nueva York con sus dos hijitas pequeñas, donde se admiró de esta ciudad. Su actividad literaria comenzó en Radio Minería con un Noticiero Cultural. Más tarde fue fundadora de la Revista Extremo Sur y creadora de un sello editorial El Viento en Llamas. También fundadora de la revista Alerce. Asistente de las cátedras de los profesores Mariano Latorre y Ricardo Latcham en el Pedagógico, luego dirigió la Casa de la Cultura de Ñuñoa, antigua y preciosa mansión de la familia Alessandri donde se renovó el compromiso cultural con la comuna al inaugurar talleres y cursos que beneficiaban a la población de todas las edades, entre ellos, de teatro (Gustavo Meza, fue uno de sus directores), folklore y danza (donde Víctor Jara lo dirigió) coro, pintura y poesía cuyo profesor encargado fue Jaime Gómez Rogers, conocido como Jonás; actividades que se extendían para los niños, inclusive. Allí se celebraba la ceremonia de entrega de premios “Pedro de Oña” que alguna vez lo merecieron los poetas José Miguel Vicuña, Eliana Navarro entre otros; se engalanaban las festividades de la semana patria con recitales de Enrique Lihn y Efraín Barquero; junto, durante todo el año, a otras exposiciones de primera calidad de artistas plásticos: los Salones de primavera, y cuartetos musicales, de compositores clásicos, como conferencias de especialistas donde fue invitado Zlatko Brncic, el poeta, músico y lingüista, profesor de Castellano, en torno a los yugoslavos en Chile y la creación literaria de Ivo Andric sobre su obra “El Puente sobre el Drina”. Ester era amable y gentil con todos, preocupada de servir y trascender sobre las ideologías para amparar a los creadores, a los artistas en ciernes y a los niños que se destacaban por su sensibilidad artística; pero no sólo a ellos, siempre tuvo una postura comprometida con la defensa de los Derechos Humanos, con amplia generosidad. Ella fue un ser que se repartió entre todos: donando parte de su peculio personal para los escritores que lo necesitaban luego de septiembre del 73’; tratando de buscarles refugio, contactando embajadas para salvarlos y sufriendo calladamente por su dolor al saber a su primo Luis Matte, Ministro del Presidente Salvador Allende, desterrado en la isla Dawson. Más tarde decidió exiliarse en París donde intentó trabajar de doméstica y nana de niños, a pesar de sus años. Volvió a Chile desolada. Tampoco aquí pudo reconstruirse. Se enfermó gravemente y con mucho esfuerzo continuó proponiendo actividades desde la Sociedad de Escritores para defender la cultura en las poblaciones y agrupaciones literarias de la periferia que la requerían. Cuando fue presidenta del Sindicato de Escritores luchó por obtener la casa del escritor, lo que hoy es la SECH, en Almirante Simpson 7. El año 1999 fue refundada, en homenaje suyo, la biblioteca de la Sociedad de Escritores con su nombre. Fue autora de una poesía sacra ligada a un misticismo muy personal, donde se observa y se sienten sus vicisitudes en medio de la vorágine del olvido, el dolor y el destino ligados a la vida cotidiana. Fue una persona altruista, de empuje, sensibilidad suma, nostálgica, y tal vez, resumiendo, sin liberarse de cierta angustia existencial. Sus poemas en una obra “Del Hacer de Ester Matte Alessandri” muy ligados a la naturaleza; “La Hiedra” en 1958, “Otro Capítulo” en 1963 y “El Rodeo y otros Cuentos” de 1983; son una amalgama de sentires. Más tarde “Desde el abismo”, poesía de 1969; su premiada obra en 1978, por la Academia Chilena de la Lengua de poesía “Las Leyes del Viento” ; “Cartas a Tatiana”, poesía 1981; “Leve Pasar”, poesía, 1994; una autobiografía “¿Quién es quién en las letras chilenas?” de 1980 y una Antología de su obra poética “Poesía” editada en 1987, nos muestran a una mujer entera, culta, que lentamente se va refugiando en Jesús, y los escritos de San Juan de la Cruz y de Sor Inés, como alternativa al sufrimiento personal y social. Jaime Quezada, escritor, recuerda que Ester estaba, a fines de mayo del 1974, cuando Pablo Neruda fue trasladado al nicho 44 del patio México del Cementerio General. “Fue antes de las ocho de la mañana. Fue muy privado, no hubo discursos y sólo estaban Matilde, Ester Matte Alessandri, Manuel Solimano, Teresa Hamel y Coloane”, nos dice. “Era una mañana fría, había neblina y todo se hizo en silencio. Fue algo muy sobrecogedor. El féretro aún conservaba la bandera chilena con que fue enterrado la primera vez. Y en su nuevo nicho estuvo hasta 1992”, apunta. Ella nos lega: “El poder, el verdadero poder lo da la concentración profunda y la búsqueda de personas con valores internos.”


SUEÑOS
Ester Matte

Libre de ataduras
vuelo en el vacío.
Desde el fondo de mí
quemo mis naves de recuerdos
para deshacer el olvido
de aquellos perdidos sueños
por donde se filtraron
los interminables días.