jueves, 11 de diciembre de 2008

SESIÓN Nº 17, Tema: Sentimientos y humanidad, la poética de la convivencia afectiva con los niños y adolescentes


Imagen: El Principito

Miércoles 12 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo
Encuentro con la vida y obra de José Martí
Dinámica grupal: estudio de biografía y poemas
Plenario


Martí, José (1853 -1895) Cubano. Nace en La Habana, un 28 de enero donde realiza sus estudios primarios. Es discípulo del gran Rafael María de Mendive, filósofo, jurista y poeta. Éste fue su maestro: director de la Escuela Municipal de Varones reconocido especialmente por la Junta Superior de Instrucción Pública. Por sus enseñanzas culturales y cívicas a quién llegaría a ser el Apóstol de Cuba, Mendive ha sido aclamado popularmente como un hombre excepcional. Así también su otro maestro José de la Luz y Caballero un humanista de la ética más pura y elevada que América ha podido compartir. Para José Martí, la pedagogía fue la labor que ocupó todos sus días, más que la escritura. No obstante, escribió libros de texto, discursos y realizó traducciones. Su obra más sorprendente es la creación de sus “Aforismos”, notas breves que dejó consignadas durante toda su vida, observaciones y datos relativos a todo lo que le llamara la atención. De este modo, pensamientos científicos, sociales, religiosos, humanos llegaron a resaltar por su profundo misticismo como “El amor es la elevación de todas nuestras potencias a la última potencia.” Así descubrió el mundo. Cuba, por aquella época era la última colonia de España en América y le tocó como patriota y escritor, vivir en un período de intenso desarrollo de las ideas liberacionistas que promovió. Por eso es que a los 16 años, en 1869, por sus ideas revolucionarias que pretendían convertir a Cuba en una República independiente de la corona española, fue encarcelado y condenado a seis años de prisión donde experimentó todo el rigor de esta injusticia privado de agua, de comida, en una celda inmunda, sórdida y mojada. A pesar de ello es conmovedor cómo escribe versos, ensayos e ideas para su pueblo como un apóstol, sufriendo las peores penurias. Con su salud muy delicada fue indultado, para ser confinado a la isla de Pinos de donde salió deportado a España. Allí publicó, en 1871, “El presidio político en Cuba”, el primero de muchos folletos que procuraban entregar claridad y conciencia por la causa de la independencia. Sus estudios los finalizó en la Universidad de Zaragoza donde se licenció en Derecho y Filosofía y Letras el año 1874, pero continuó desterrado de su patria, en Francia, en 1875, desde donde se trasladó a México, se enamoró y contrajo nupcias con Carmen Zayas Bazán. En 1877 fue profesor de la Universidad Nacional de Guatemala donde vivió. Para 1878 regresó a Cuba, pero volvió a ser desterrado por sus actividades de intelectual benemérito en pro de las ideas republicanas. Exiliado nuevamente llegó a Estados Unidos. Precursor del modernismo iberoamericano, allí permaneció entre 1881 y 1895, en la ciudad de Nueva York, donde ejerció como el periodista y fundó, en 1892, el Partido Revolucionario Cubano. Siendo delegado de este partido creó el periódico “Patria”. Famosas son sus obras de este período: el poema “Ismaelillo”, creado en 1882; “Amistad funesta” una novela en el año 1885. Fundó y dirigió la revista para niños “La edad de oro” donde publicó un texto sobre San Martín en 1889; “Versos sencillos” en 1891 y “Versos libres” en 1892. Su estilo fluido, humanista, sencillo, donde se guardan intensas imágenes personales despierta en la sensibilidad de sus lectores, lo irrefutable de la vida, los afectos, la justicia, la ética y la belleza, la pureza de la verdad. Para 1895, con cuarenta y dos años, partió a la isla de Santo Domingo para redactar el “Manifiesto de Montecristi” donde predica: “La guerra no es contra el español, que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá[n] gozar respetado[s], y aun amado[s], de la libertad que solo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino. Ni del desorden, ajeno a la moderación probada del espíritu de Cuba, será cuna la guerra; ni de la tiranía. Los que la fomentaron, y pueden aún llevar su voz, declaran en nombre de ella ante la patria su limpieza de todo odio,su indulgencia fraternal para con los cubanos tímidos o equivocados su [respeto] radical respecto al decoro del hombre, nervio del combate y [sostén de] cimiento de la república,su certidumbre de la aptitud de la guerra para ordenarse de modo que contenga [a la vez] la redención que la inspira, la relación en que un pueblo debe vivir con los demás, y la realidad que la guerra es, y su terminante voluntad de respetar, y hacer que se respete, al español neutral y honrado, en la guerra y después de ella, y de ser piadosa con el arrepentimiento, e inflexible sólo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”. Este manifiesto lo firmó con el general Máximo Gómez y Baez, el héroe de la independencia cubana para luego desembarcar con éste en Playitas, al este de Cuba y luchar contra los españoles. Un mes más tarde, en plena campaña, un 19 de mayo, falleció durante una escaramuza provocada por las tropas españolas, en la localidad de Dos Ríos. A partir de 1936 sus obras completas de 73 volúmenes fueron publicados.



A LOS ESPACIOS
José Martí
Cubano

A los espacios entregarme quiero
donde se vive en paz, y con un manto
de luz, en gozo embriagador henchido,
sobre las nubes blancas se pasea, -
y donde Dante y las estrellas viven.
yo sé, yo sé, porque lo tengo visto
en ciertas horas puras, cómo rompe
su cáliz una flor,— y no es diverso
del modo, no, con que lo quiebra el alma.

Escuchad, y os diré: —viene de pronto
como una aurora inesperada, y como
a la primera luz de primavera
de flor se cubren las amables lilas...
Triste de mí: contároslo quería
y en espera del verso, las grandiosas
imágenes en fila ante mis ojos
como águilas alegres vi sentadas.
Pero las voces de los hombres echan
de junto a mí las nobles aves de oro:
ya se van, ya se van: ved cómo rueda
la sangre de mi herida.
Si me pedís un símbolo del mundo
en estos tiempos, vedlo: un ala rota.
¡Se labra mucho el oro, el alma apenas!
Ved cómo sufro: vive el alma mía
cual cierva en una cueva acorralada:
— ¡Oh, no está bien:
me vengaré, llorando!-



ÁRBOL DE MI ALMA
José Martí
Cubano

Como un ave que cruza el aire claro
siento hacia mí venir tu pensamiento
y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
como los labios frescos de un mancebo
en su primer abrazo a una hermosura:
cuchichean las hojas: tal parecen
lenguaraces obreras y envidiosas,
a la doncella de la casa rica
en preparar el tálamo ocupadas:
ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
¡Todo lo triste cabe en él, y todo
cuánto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
ramas lo limpio: bruño con cuidado
cada hoja, y los tallos: de las flores
los gusanos del pétalo comido
separo: oreo el césped en contorno
y a recibirte, ¡oh pájaro sin mancha!
Apresto el corazón enajenado!

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