sábado, 13 de diciembre de 2008

SESIÓN Nº 18, Tema: Poesía y cambio social



Miércoles 19 de Noviembre 2008
Casa de la Cultura El Tabo

Encuentro con la vida y obra de Heinrich Heine, Walt Whitman y Charles Beaudelaire
Dinámica grupal: estudio de biografías y poemas
Plenario



Beaudelaire, Charles (1821 -1867) Francés. Nace en París un 9 de abril. Su padre Francois, un ex sacerdote, de más de sesenta años, le enseñó a leer y escribir. Su madre, de treinta años, Caroline Archimbaut-Dufays, le enseñó Inglés. Al cumplir sus seis años su padre muere dejándole una pequeña herencia. Charles tiene una gran perturbación emocional y vive criado por una sirvienta luego que su madre se vuelve a casar con el general Aupick, su padrastro, al cual nunca aceptó. Estudia en el Colegio Real de Lyon donde se aburre por su notable inteligencia, superior a la de los demás niños, y lo trasladan al Colegio Louis-le-Grand de donde lo expulsan por una falta que nunca se pudo dilucidar, terminando su grado de Bachiller Superior para ingresar a la escuela de Derecho. Tiene diecinueve años cuando comienza a publicar en los periódicos sus poemas, firmados anónimamente y conoce al escritor Balzac. No obstante el apoyo de su padrastro, no desea ingresar a la carrera diplomática. Sólo quiere ser escritor. Durante este período, antes de su mayoría de edad, es un bohemio y sus padres, para alejarlo de esta vida, lo obligan a emprender varios viajes para que conozca el mundo. Visita Burdeos y se embarca en el paquebote Mares del Sur, hacia Calcuta. Termina recalando en la isla Mauricio, al este de Madagascar, enfermo y triste, donde se enamora y escribe «A una dama criolla», poema firmado con su nombre. Retorna a Francia en el L´Alcide donde escribe «El albatros». El viaje dura desde finales de marzo de 1841 hasta febrero de 1842. A su regreso conoce a Thèophile Gautier y Thèodor de Banville, escritores. Percibe la herencia paterna de 75.000 francos y se independiza dejando su hogar para irse a vivir solo. Mantiene una relación amorosa con una actriz mulata, Jeanne Duval en 1943. Ella le inspira sus mejores poemas como «El balcón», «Remordimiento póstumo», «Canción de primeras horas de la tarde», «Perfume exótico» y «Te adoro igual que a la bóveda nocturna” entre otros. Varios de sus amores platónicos y de amistad tendrán reconocimiento en poemas inmortales como «Canto de otoño» dedicado a Marie Daubrun, actriz del Teatro de la Gaîte; «Confesión» y «El alba espiritual» a Aglae Sabatier. A los 23 años, en 1844, escribe “Las Flores del Mal”. Gasta la fortuna heredada de su padre y cae en bancarrota. De allí hacia adelante su padrastro le dará una magra mesada para su sustento y él tratará de mantenerse publicando sus poemas en diversos medios. Es un hombre genial: ágil de mente, creador, entretenido en su conversación, culto, transgresor y de imaginación versátil. En 1846, se dedica a ser crítico de arte. Fruto de esto nacen sus ensayos «Los Salones». En ellos alaba al pintor y amigo Delacroix, lanza diatribas contra los pintores oficiales de la época y analiza la obra del pintor impresionista Edouard Manet con simpatía. Este trabajo de crítico lo lleva a asistir a varios conciertos de Wagner, a quien llegará a admirar hasta introducir su música en Francia. Por esos años publica en L´Espirit Public “Consejos a los jóvenes literatos”. Su reconocimiento social se inicia al morir el escritor Edgar Alan Poe, al cual no alcanza a conocer en vida, pero de quien se considera su “alma gemela”. Durante más de diecisiete años, traducirá la obra de Poe y la mostrará al mundo, ganando el prestigio y el respeto de la crítica literaria. Francia está convulsionada en 1848 y él participa de las barricadas haciendo amistad con el pintor Courbet, que pintará su retrato y lo inmortalizará. Cuando Napoleón se autoerige emperador y su padrastro es nombrado embajador en Madrid, él se afiliará a la Sociedad Republicana Central en contra de este nombramiento. Continúa publicando en el periódico “Le Salut Publique”, pero será un poeta controvertido por la publicación reciente de su libro “Las Flores del Mal”. Poulet-Malassis será el primer editor de este libro y será multado por publicarlo. Su título original fue “Los Limbos”, pero otros editores le cambiaron el nombre para poder venderlo. Con las sucesivas ediciones, el libro es cuestionado por el diario “Le Figaro” desatando un escándalo, arrastrándolo a juicio y obligándolo a pagar multas. El gran escritor Víctor Hugo le envía un mensaje de aliento: «Usted ama lo Bello. Déme la mano. Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!». Otros poetas jóvenes muy conocidos, entre ellos, Gautier y Saint –Beuve, lo apoyan. Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine serán sus autores admirados a partir de allí, pero de los cuales desconfiará posteriormente porque no apreciarán su obra. Pese a la condena de una sociedad ultra conservadora, en 1859 y 1860, el Ministerio de Instrucción Pública le entrega, por dos veces consecutivas, un aporte de trescientos francos, reconociéndole como poeta. Es el año de su publicación de «Paraísos Artificiales». Con su salud muy desgastada, escribe un ensayo sobre Madame Bovary, de Flaubert sin el reconocimiento esperado. Sus enfermedades le acarrearán una tras otra, un dolor constante que deberá combatir con opio para sedarse. Entonces crea la segunda parte de “Paraísos Artificiales” revelando los trastornos que se padecen con la droga, un estudio sobre Thomas de Quincey. Su sufrimiento corporal compromete su sistema nervioso, el asma no lo deja respirar y tiene úlceras gástricas. En este estado, 1861, se presenta a candidato a la Academia Francesa, pero fracasa. “Los Pequeños Poemas en Prosa” y sus conferencias por Bélgica no serán apreciados. Ya desconocido y arruinado será asistido en los brazos de su madre, a los 46 años, con un derrame cerebral que lo ha dejado mudo y paralítico y tras una lenta agonía de un año, fallecerá un día 31 de agosto. Fue enterrado junto a su padrastro, con el cual tuvo tantas diferencias, en el cementerio de Montparnasse.

LA CAMPANA HENDIDA
Charles Beaudelaire
Francés

En las noches de invierno es amargo y es dulce
escuchar, junto al fuego que palpita y humea,
cómo se alzan muy lentos los recuerdos lejanos
al son de carillones que suenan en la bruma.

¡Feliz campana aquella de enérgica garganta
que, pese a su vejez, conservada y alerta,
con fidelidad lanza su grito religioso
como un viejo soldado que vigila en su tienda!

Pero mi alma está hendida, y, cuando en sus hastíos,
quiere poblar de cantos la frialdad nocturna,
con frecuencia sucede que su cansada voz

semeja al estertor de un herido olvidado
junto a un lago de sangre, bajo un montón de muertos,
que expira, sin moverse, entre esfuerzos inmensos.


EL EXTRANJERO
Charles Beaudelaire
francés

-¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre,
a tu hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes
maravillosas!





Heine, Heinrich (1797- 1856) Alemán. Nace el 13 de diciembre en Düsseldorf. Esta fecha estuvo cuestionada porque los archivos de más de doscientos años se perdieron; y el propio poeta se señaló a sí mismo como «el primer hombre del siglo» debido a nacer en el Año Nuevo del año 1800, según declaró. Actualmente se sabe que fue el año 1797. Mayor de cuatro hijos del comerciante de tejidos Samson Heine y de su mujer Betty van Gelden, creció en una familia judía y en su pubertad escribió sus primeros poemas. Dejó el liceo en 1814, y por esta razón, lo obligaron a prepararse para una profesión comercial. Durante los dos siguientes años, trabajó para el banquero de Frankfurt Rindskopff. Esta experiencia lo hizo conocer el barrio judío de esta ciudad por primera vez, la falta de libertad y privaciones en el ghetto. Dejó a Rindskoff y laboró en la empresa bancaria de su acomodado tío Salomon Heine en Hamburgo. Éste lo ayudó constantemente apadrinándolo en todos sus planes literarios. Como Heine no mostraba afición ni talento comercial, su tío le ayudó, para que sobreviviera, en la instalación de una fábrica de tejidos que se llamó «Harry Heine & Co», la cual, al poco tiempo, se declaró en bancarrota porque su dueño escribía poesía. A los 22 años, en 1819, estudia Derecho en la ciudad de Bonn y en la Universidad de Gotinga. Trasladándose a Berlín en 1821, conoce a Adelbert von Chamisso, poeta, cuyo nombre real era Louis Charles Adelaide de Chamisso, francés, quien estudió ciencias naturales y en 1815 había sido nombrado naturalista de una expedición alrededor del mundo, por los alemanes. Éste, durante tres años había navegado partiendo desde Hamburgo, a veces de Copenhague a Brasil, visitando el Cabo de Buena Esperanza y Manila. Siendo un hombre agradecido por la lengua, la ciencia y la amistad que Alemania le había concedido a través del emperador Federico Guillermo, que admiraba su arte y lo había nombrado conservador del Jardín Botánico de Berlín, le brindó al joven Heine toda su ayuda y sabiduría. Así también Heinrich conoció al filósofo alemán G.W.F.Hegel, permaneciendo en Berlín luego del abandono de sus estudios universitarios, escribiendo poesía. “Poemas” de 1822, es lo primero que publica, pero entre 1824 y 1825 termina siendo abogado, luego de convertirse al catolicismo, porque el ejercicio de jurista a los judíos estaba prohibido en Alemania. “El viaje por el Harz”, 1826, una narración de sus exploraciones por las montañas de Hartz tienen la influencia de su amigo Chamisso. Al año siguiente publica “Libro de canciones”, una recopilación de sus poemas anteriores. Algunos de ellos fueron seleccionados por el compositor Franz Schubert para componerle música. Entre 1827 y 1831 recorrió Inglaterra, Italia y distintas pueblos de Alemania escribiendo sus experiencias y los paisajes, publicando tres volúmenes de poemas titulados “Cuadros de viaje”. Por aquella época se adscribió al grupo literario Junges Deutschland (La Joven Alemania) contraponiéndose a los cánones de la escuela romántica alemana y proponiendo un arte revolucionario. Viaja a Francia. En París se mantiene trabajando para varios periódicos alemanes. Entabla amistad con Honoré de Balzac y George Sand, y con los compositores Héctor Berlioz y Frédéric Chopin. Los tiempos políticos están revueltos. Los escritos de Junges Deutschland han sido prohibidos en Alemania en 1835. Alcanza a publicar “Historia de la religión y de la filosofía en Alemania” donde se observa la influencia de Saint-Simon. Publica también “La Escuela Romántica, un estudio sobre “Shakespeare” y otro acerca de “Cervantes”. Contrae matrimonio con una mujer francesa y continúa escribiendo “El rabino de Bacharach”, las persecuciones de los judíos durante la Edad Media, que se publica en 1840. En “Ludwig Börne” del mismo año, y “Atta Troll” publicado en 1843, defiende sus ideas artísticas y políticas respondiendo a las críticas que vienen desde Alemania a su persona. “Alemania, un cuento de invierno” del año 1844 son versos satíricos. Políticamente comprometido, periodista, ensayista, escritor sarcástico y polémico, su mundo se derrumba con una enfermedad que intenta superar a través de la creación poética a partir de 1848, cuando se lesiona la columna vertebral y una enfermedad asociada a ella lo va postrando día tras día, hasta su muerte, un 17 de febrero. Sus obras cumbres provienen de estos años de encierro y dolor, especialmente sus poemas, entre 1848 y 1856 como su “Romancero” de 1851, y sus “Últimos poemas”, póstumamente editados en 1869. No sólo fue un poeta del romanticismo alemán, un libro suyo da cuenta de esto “La Escuela Romántica”, sino que lo superó poetizando la cotidianidad de la existencia. Los relatos de sus viajes son un arte elevando el idioma alemán a una elegancia estilística desconocida hasta entonces, como todos sus artículos periodísticos comprometidos con la vida de los hombres porque él creía que el escritor tenía una responsabilidad social y política influyendo positivamente en mejorar la calidad de vida de los seres humanos. “Die Stadt Düsseldorf ist sehr schön, und wenn man in der Ferne an sie denkt und zufällig dort geboren ist, wird einem wunderlich zu Mute. Ich bin dort geboren und es ist mir, als müsste ich gleich nach Hause gehn. Und wenn ich sage nach Hause gehn, dann meine ich die Bolkerstraße und das Haus worin ich geboren bin» declaró. («La ciudad de Düsseldorf es muy bonita, y cuando desde lejos se piensa en ella y da la casualidad que se ha nacido allí, el ánimo se torna extraño. Nací allí y para mí es como si debiera ir inmediatamente a casa. Y cuando digo ir a casa, quiero decir a la calle Bolker y a la casa en la que nací») escribió en “Ideas. El Libro Le Grand” editado el 1827.

Citas de Heine

“Dios me perdonará, ese es su oficio”

“Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres”

“Allí donde se queman los libros se acaba por quemar a los hombres.”


CUESTIONES
Heinrich Heine
Alemán

A orillas del mar desierto,
junto al piélago intranquilo,
un joven lleno de dudas
se detiene pensativo,
y así a las ondas inquietas
dice con aire sombrío:
-«Explicadme de la vida
el arcano no sabido,
enigma que tantas frentes
ardieron por descubrirlo;
cabezas engalanadas
con adornos pontificios,
frentes con mitras hieráticas,
con turbantes damasquinos,
con birretes doctorales,
con pelucas, con postizos
cabellos, y tantas otras
cabezas que el escondido
enigma saber quisieron,
Decidme, yo os lo suplico:
¿Qué es el hombre? ¿de dó viene?
¿Adónde va su camino?
¿Qué habita en el alto cielo
Tras los astros encendidos? -»
El mar su canción eterna
murmura triste y dormido;
sopla el viento; huyen las nubes;
los astros en el vacío
fulguran indiferentes
con sus resplandores fríos,
y un demente una respuesta
espera en tanto intranquilo.






Walt Whitman (1819- 1892) Estadounidense. Nace en Wester Hills, Long Island, un 31 de mayo en Estados Unidos de Norteamérica. Hijo de un carpintero, y segundo de nueve hermanos, su familia se traslada a Brooklyn y realiza sus primeros estudios allí durante seis años. Luego ingresa a trabajar en una imprenta para ayudarla, económicamente. Más tarde trabaja como impresor en Nueva York, pero decide ir a Long Island a hacer clases a los niños de las escuelas. Entre 1838 y 1839 publicó un periódico, el Long-Islander, en Huntington. A los 23 años, en 1842, comienza a trabajar como redactor del periódico neoyorquino «New York Aurora», asiste a teatros, a bibliotecas y librerías en esa ciudad. También colabora con otros periódicos de ésta, como el «Evering Taller», el «Brooklyn Daily Eagle» y otros, además de trabajar en diversos oficios. De pronto, empezó a escribir una poesía totalmente distinta de la que se estaba escribiendo en los medios literarios, y diferente a la que él estaba creando, sentimental y romántica, y se dedicó por completo a tal actividad. En 1855, aparece la 1ª edición de «Hojas de Hierba» (“Leaves of Grass”), con doce poemas. Estos estaban versificados de una manera totalmente distinta como hasta entonces, incluso de sus poesías románticas anteriores. La obra exulta el cuerpo humano y glorifica los placeres que dan los sentidos al ser humano. Nadie quería publicarla y él tuvo que cubrir los gastos de su publicación y colaborar en las tareas de impresión. Su nombre no aparecía en la portada de esta edición, en cambio, un retrato suyo, como el granjero bondadoso, de camiseta, con los brazos en jarras y el sombrero de paja ladeado, en actitud desafiante, fue su presentación. Su prefacio fue dirigido a celebrar el advenimiento de una literatura democrática, de acuerdo con los sentimientos del pueblo, sencilla, irrefutable, donde el poeta es afectuoso, sano y heroico, y la poesía atraerá a los lectores por la fuerza de su magnetismo que no es otra cosa que el baluarte épico lírico de su personalidad. “Me canto y me celebro a mí mismo”, son sus primeros versos en el poema “Me canto a mí Mismo” decidores, brindando todas las posibilidades para que otros, poéticamente, sientan y hagan su vida en plenitud, dando una visión de un “Yo” lúcido, sensual, que ama a la humanidad como en «¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!» y en los versos del poema “Los Dormidos” donde existe un vuelo visionario de la vida, la muerte y el renacer. En su segunda versión de 1856, el ensayista y poeta Ralph Waldo Emerson, lo felicitó a través de una carta. Aquí aparece el poema “En el transbordador de Brooklyn” donde se reúnen los lectores del pasado y el futuro, a bordo de un transbordador que cruza el océano. Hubo una tercera edición en 1860 de “Leaves of Grass” y el número de poemas aumentó a cuarenta y seis. Aparecen aquí “La cuna que se mece sin fin”, donde él buscó la forma de integrar la música de la ópera, de la cual era un asiduo admirador, en las palabras, y un pájaro que representa la voz de la naturaleza le dice a un niño, al poeta, el significado de la muerte; en “Hijos de Adán” y en “Calamus” los temas a tratar son los de la amistad y la sexualidad. Para entonces es enrolado en el ejército, y combate en la Guerra de Secesión, a favor de la libertad de los esclavos con Lincon. En el frente crea su célebre poema «Beats, Beats, Drums!» (“¡Redoblad, redoblad, tambores!) que añadió posteriormente, a la edición de “Hojas de Hierba” del año 1867, reflejando la preocupación poética por las consecuencias de la Guerra Civil estadounidense, y su esperanza de una reconciliación entre Norte y Sur. Se traslada a Washington luego que su hermano ha sido herido en la batalla de Fredericksburg y lo cuida. En pleno fragor, él asiste espiritualmente, en ese hospital militar de campaña, a los soldados heridos del bando norteño, que vienen del frente. Es un poeta popular, leído por mucha gente, pero la crítica literaria conservadora busca destruir su imagen, debido a que no comprenden que él es un hombre visionario, un profeta que escribe con una poesía de anticipación. Asesinan al presidente Abraham Lincon y él escribe en su honor su poema “¡Oh Capitán, mi Capitán!», elegía que, junto a tres más, forman la obra «Conmemoraciones del Presidente Lincon». “Canto al Camino Real” afirma claramente la importancia y la unicidad de todos los seres humanos. Muestra su potencial como escritor inmortal, cuando prevé el futuro del “progreso” en Estados Unidos, como algo al cual hay que saber detener antes que arrase con el humanismo y la libertad de ser, como ser humano, a escala humana, visionariamente ecológico. Al publicarse la cuarta edición de “Hojas de Hierba”, en 1867, él es reconocido en todo el mundo literario. Más tarde, en 1871, en una quinta edición, esta obra deleitará a sus lectores precisamente por su fuerza y pasión emotiva, intelectual, e intuitiva, una obra de arte que estremece al mundo, por su estilo poético. Publicó otra, entretanto, “Paso hacia la India” donde existe una visión mística de la unidad entre Oriente y Occidente. Se arma un juego poético con el alma, con Dios, simbolizado por los avances del “progreso” y la técnica. En Estados Unidos recibe agrias críticas por su forma de vivir, enalteciendo al ser humano, el humanismo, la amistad y el desarrollo evolutivo de la naturaleza, además de tener claridad en los grandes avances tecnológicos para la época, asunto incomprensible para mentes estrechas y decadentes. En el continente europeo, se le reconoce su talento y se le considera un genio como poeta. En 1873, a la edad de 54 años, trabaja en el gobierno, pero sufre un grave ataque cardiovascular apopléjico, que le dejará secuelas durante toda su vida como una parálisis parcial. Cuando se repone, compra una casa e invita a su hermano George a vivir con él en Cardem, Nueva Jersey. En ella vivió, revisando y añadiendo poemas a “Hojas de hierba”, su tarea que para él, siempre pareció inconclusa. Ya es un profeta, abierto, dedicado al presente, al “Ahora”, al “Aquí”, existencial, de una larga barba canosa que inspira bondad. En 1880, es publicada la última edición de su obra “Hojas de Hierba”. Esta 6ª edición produjo mucho más escándalo, llegando incluso a ser retirada de circulación en Boston, por orden del tribunal. Él aumentaba el número de poemas a esta obra, perfeccionándola. En 1881 quedó, por fin, satisfecho con sus poemas, sin dejar de publicar nuevas ediciones hasta la versión final de 1892. En 1882-83, su tarea literaria consistió en crear, para las jóvenes generaciones, “Días ejemplares” revisión y compendio de sus antiguos escritos en plena batalla durante la guerra, notas del asesinato del presidente Lincon, y reflexiones de la vejez y su íntima mirada a la naturaleza. Sus últimos años fueron para crear “Perspectivas democráticas”, ensayos de una teoría democrática y sus posibilidades humanistas. Falleció en Cardem, un 26 de marzo. En 1897, apareció un nuevo ciclo de poemas, póstumos: “Ecos de la vejez”, que formó parte de la versión definitiva, editada en 1965 por Harold W. Blodgett y Sculley Bradley y otra, con la traducción al castellano, del escritor argentino Borges, en 1972. Su valiente ruptura con la poética tradicional, tanto en el plano de los contenidos como en el del estilo, determinó una nueva senda para las posteriores generaciones de poetas, de su país y del mundo entero. Es un canto al hombre y la mujer, a la savia terrestre, imperecedera, la creación del ser humano. “Quien camina una milla sin amor, se dirige a su propio funeral/ envuelto en su propia mortaja;/Y yo y tú, sin tener un centavo, podemos comprar lo más precioso de la tierra,/ y la mirada de unos ojos o una arveja en su vaina confunden la sabiduría de todos los tiempos…”


LO QUE SOY DESPUÉS DE TODO
Walt Whitman
estadounidense

¿Qué soy, después de todo, más que un
niño complacido con el sonido
de mi propio nombre? Lo repito una y otra
vez,
Me aparto para oírlo -y jamás me canso de
escucharlo.
También para ti tu nombre:
¿Pensaste que en tu nombre no había otra
cosa que más de dos o tres inflexiones?


Cosmos
Walt Whitman
estadounidense

" Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones
el pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos. "


De: “Hojas de hierba”Walt Whitman
estadounidense

48. Dije que el alma no es superior al cuerpo,
y dije que el cuerpo no es superior al alma,
y nada, ni Dios siquiera, es más grande
para uno que lo uno mismo es,
y quien camina una cuadra sin amar al prójimo
camina amortajado hacia su propio funeral,
y yo o tú podemos comprar la flor y nata
de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo
en el bolsillo,
y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano
en su vaina, desconcierta las enseñanzas
de todos los tiempos,
y no hay oficio ni empleo en el que un joven
no pueda convertirse en héroe,
y el objeto más delicado puede servir
de eje al universo,
y digo a cualquier hombre o mujer:
que tu alma se alce tranquila y serena
ante un millón de universos.

Versión de León Felipe

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