lunes, 27 de octubre de 2008

SESIÓN Nº 14 Miércoles 29 de octubre 2008


The Favourite Poet, Alma Tadema

Casa de la Cultura de El Tabo
Tema: Desarrollo Personal en el Aprendizaje Transformacional de padres y apoderados con la poesía.
Encuentro con la vida y obra de Eliana Navarro, José Miguel Vicuña, Diego Dublé Urrutia y Emma Jauch.
Documental de Elicura Chihuailaf- Off de Record

Dublé Urrutia, Diego (1877-1967) Chileno. Poeta de la raza y de su tierra, también pintor y embajador, nace en Angol un 8 de julio. Su madre, Teodorinda Urrutia Anguita y su padre, Baldomero Dublé Almeida, ingeniero y teniente coronel del Ejército, fallecido en la Batalla de Chorrillos, en la Guerra del Pacífico, le entregan una buena educación. Realiza estudios formales en el Santiago College de Angol, en el Seminario Conciliar de Concepción y otros colegios privados de la zona. Viaja a Santiago para terminar sus humanidades en el Instituto Nacional, donde impulsa la Academia Literaria y un semanario satírico escrito en verso. A los 18 años de edad, en 1895, recibe una mención honrosa en el Certamen Varela de Valparaíso, por su libro de poemas “Pensamientos en la tarde”. En 1897, fue aspirante a oficial en el Regimiento de Artillería de Costa de Talcahuano, pero luego se incorporará a la Escuela de Leyes de la Universidad de Chile. Como estudiante universitario colaboró en los diarios “La Ley” de Santiago y “El Sur” de Concepción, con el seudónimo “The Ripper” (El Destripador). Interrumpió su carrera de leyes al ser nombrado en el Servicio Diplomático Chileno. En 1898, publicó su primer libro de poemas “Veinte años”. En este libro se incluyen poemas de “Pensamientos de la tarde”, de “Reminiscencias”, de 1897 y 1898; y de “Melancolía”, de 1898. En 1903 publicó “Del mar a la montaña”, en Santiago y luego en París. Acogido por la crítica y por los escritores, obtuvo variados elogios. De José Santos Chocano “Usted es el poeta de Chile”; de Rubén Darío: “Su patria tiene en Usted al poeta que le faltaba”; de Hernán Díaz Arrieta (Alone): “El año 1903 publicó “Del mar a la montaña”, versos que le consagraron como poeta chileno de primera clase, admirado, celebrado, recitado. Había en sus estrofas una música de acento nuevo, una fantasía nacional que pintaba con belleza costumbres y paisajes criollos... Una escuela nacía al compás de sus cantos, nada menos que el criollismo”. Dos de sus poemas más conocidos son “La procesión de San Pedro en el mar” y el poema “En el fondo del lago”. Este fue el año donde obtuvo la misión diplomática en Francia que lo llevó por 17 países distintos, entre ellos: Austria, Brasil y Ecuador, donde ejerció el cargo de ministro plenipotenciario de Chile. A raíz de su labor diplomática cultivó amistad con muchos escritores y personalidades del ámbito cultural, entre los que destaca Paul Claudel, francés, quien se había convertido al catolicismo. El escritor Hernán del Solar interpreta que la amistad con Claudel pudo ser el origen de la conversión religiosa de Dublé. En 1917, éste fue incluido en la antología Selva Lírica. Participó de la fundación del grupo literario Los Diez en ese período. Además fue miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española. Sus dos libros que escapan del género lírico son “Profesión de fe” de 1928 y “Memoria genealógica de la familia Dublé” escrito en 1942. En 1953, tras largos años de silencio, apareció “Fontana cándida”, valiosa antología de toda su producción poética que incluye poemas dispersos en diarios y revistas de la época. En 1958, por su destacada trayectoria, se le otorga el Premio Nacional de Literatura. Tuvo una larga vida. Falleció a los 90 años, un 13 de noviembre.


En el fondo del lago

Soñé que era muy niño, que estaba en la cocina
escuchando los cuentos de la vieja Paulina.
Nada había cambiado: el candil en el muro,
el brasero en el suelo y en un rincón oscuro
el gato, dormitando. La noche estaba fría
y el tiempo tan revuelto, que la casa crujía…
Se escuchaba a lo lejos ese rumor de pena
que sollozan las olas al morir en la arena,
y a intervalos más largos esos vagos aullidos
con que piden auxilio los vapores perdidos.
Nosotros, los chiquillos, oíamos el cuento
sentados junto al fuego, y como entrara el viento
por unos vidrios rotos, su frente medio cana,
la vieja se cubría con su charlón de lana.
Era un cuento muy bello:
Tres príncipes hermanos
que se fueron por mares y países lejanos
tras la bella princesa que la mano de un hada
en un lago sin fondo mantenía encantada.
El mayor, que fue al norte, no regresó en su vida;
el otro, que era un loco, pereció en la partida;
y el menor, que era un ángel por lo adorable y bello,
llegó al fondo del lago sin perder un cabello…
Allá abajo, en el fondo, vio paisajes divinos,
castillos encantados de muros cristalinos
y en un palacio inmenso, de infinita belleza,
encerrada y llorando, vio a la pobre princesa.
Se encontraron sus ojos, se adoraron al punto
y lo demás fue cosa de poquísimo asunto,
pues al verlos tan bellos como el sol y la aurora,
el hada, que era buena, los casó sin demora.
-Así acabó la historia de aquella noche… El gato
se despertó gruñendo, desperezóse un rato
y se durmió de nuevo. Zumbó la ventolina
en el cañón, ya frío, de la vieja cocina…
Se levantó un chicuelo y sin hacer ruido
enhollinó la cara de otro chico dormido…
Yo, me quedé soñando con el príncipe amado
por la bella princesa, con el lago encantado
y también con los tristes y apartados desiertos
donde duermen los huesos de los príncipes muertos.



Jauch, Emma (1915-1994) Chilena, de ascendencia alemana. Poetisa-pintora. Nace en Constitución, provincia del Maule. Realiza sus estudios básicos en la Escuela Superior Nº1 y en el Liceo de Constitución finalizándolos en el Liceo Nº 3 de Santiago. Estudia Afiche en la Escuela de Artes Plásticas. Se recibe como profesora de Estado en Artes Plásticas en la Universidad de Chile en 1969. Se casa con el pintor Pedro Olmos. Vive en Buenos Aires donde trabaja como afichista. Por su meritoria labor recibe dos premios de Afiches. Su permanencia en esa ciudad es la de casi dos décadas. Es dibujante de los diarios franceses “France Nouvelle”, “Le Courrier” de La Plata y en la Embajada Británica. Diagrama revistas y trabaja en empresas de publicidad bonaerense. Por su creatividad viaja por varios países hasta retornar a Chile donde ejerce como profesora en el Liceo de Niñas de Linares. En esa ciudad funda el Museo de Arte y Artesanía. Presidenta, sucesivamente por varios períodos del Grupo Cultural ANCOA de la misma ciudad es distinguida como Miembro Correspondiente de Linares de la Academia Chilena de la Lengua en 1984. A raíz de toda su experiencia inicia su labor periodística como columnista en el diario El Heraldo de Linares y publica varios libros de poemas: “Los Pies en la Tierra”, “Noticias de Rapa Nui”, entre otros. Más tarde será docente de la Universidad Católica del Maule. Recibió distinciones en varias exposiciones de pintura. Fue nombrada Hija Ilustre de Empedrado en 1993 y Ciudadana Ilustre de Constitución en 1994 antes de su muerte acaecida en Linares. Es una extraordinaria poetisa, poseedora de una especial sensibilidad. Por su visión alcanza temáticas poéticas sugeridas por todo lo que la rodea, donde se matiza la realidad y lo plástico, iluminados caminos del arte.


“Mañana he de nacer
hace mil años”

Emma Jauch



Navarro, Eliana (1920-2006) Chilena. Nace en nace en Valparaíso un 19 de julio. Su padre Fortunato Navarro Herrera, diputado por Cautín y vice presidente de la Cámara de Diputados, y su madre Guillermina Barahona Soriano, profesora normalista, deciden trasladarse, en 1923, al Fundo El Peral, situado en Trovolhue, en la provincia de Cautín, hoy Novena región, cuando la poeta tiene tres años de edad. Su inspiración la recibió de los bellísimos paisajes de Cautín y escribe, a los siete años, uno de sus primeros poemas “La laguna de Trovolhue”. Desde ese período y lectora por cierto, recibe la influencia del poeta Augusto Winter. Más adelante se verá cautivada por la obra “Desolación” de Gabriela Mistral donde descubre a las mujeres heroicas y del pueblo; también admirada por la creación de los poetas Antonio Machado, Miguel Hernández y de los dramaturgos del siglo de Oro. Cursa sus humanidades en el colegio Santa Cruz de Temuco. En su adolescencia colabora con las revistas «Margarita» y «En Viaje” y luego de salir del Liceo, estudia Filosofía y Derecho en las universidades Católica y de Chile. En la facultad de Derecho, precisamente, conoce al poeta José Miguel Vicuña con el cual contrae nupcias, muy joven. “Cuando Vicuña la divisó -pensó- ¡Esa es la mujer que quiero para mí! Eliana secreteó con su hermana: ¡Ese es mi hombre y quiero parir 7 hijos con él! Dicho y hecho”. De este matrimonio, es madre de siete hijos, Ariel Vicuña, poeta y músico; Ana María Vicuña, filósofa y profesora de lenguas clásicas; Juan Vicuña, químico, víctima de la tortura durante la dictadura; Leonora Vicuña, reconocida fotógrafa; Miguel Vicuña, poeta y filósofo; Rodrigo Vicuña, editor; y Pedro Vicuña, poeta y actor. En 1951 publica “Tres poemas”, su primer libro. En 1955 se integra al grupo Fuego de Poesía fundado por José Miguel Vicuña y Carlos René Correa. Publica a través del «Grupo Fuego de la Poesía”, “Antiguas voces llaman”. La revista “Calicanto” y la “Revista Literaria” de la Sociedad de Escritores de Chile están frecuentemente editando sus poemas. En 1959, a los 39 años, es delegada al Congreso del PEN Club en Frankfurt. En 1963 asiste como delegada de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) al Congreso Mundial de Mujeres por la Paz en Moscú. Crearía, en 1965, su libro “La ciudad que fue”, editado por la Editorial Universitaria y prologado por Gastón von dem Bussche, que será galardonado con el premio Pedro Oña, libro en que se sumerge en la nostalgia por la naturaleza, el campo, los lugares de la infancia y de la perdida inocencia.Su poesía fue elogiada desde temprano por el crítico literario Hernán Díaz Arrieta (Alone). Mientras tanto trabaja en la Biblioteca del Congreso Nacional siendo durante muchos años jefe de la sección de Catalogación, y en cuyo puesto permanecerá cuarenta años. En 1973, constituyó con su familia, el grupo teatral «Mediodía», el que bajo la dirección de Teodoro Lowey estrenó en el Templo Votivo de Maipú, ante un público multitudinario, el poema para voces y coro titulado “La pasión según San Juan”. Por esta audaz y bellísima obra auto sacramental, cuya publicación data de 1980 obtuvo el Premio de la Academia Chilena de la Lengua. Al año siguiente, 1981, asiste especialmente invitada como escritora, al Congreso Internacional de Literatura Femenina de México. En 1995 se publica su libro “La Flor de la Montaña”, por la Editorial Universitaria incluido en la colección «El Poliedro y El Mar», obra donde aparecen canciones, romances, madrigales y sonetos, siendo el motivo, el amor; cristalizando su espiritualidad religiosa. Ha sido candidata al Premio Nacional de Literatura en múltiples ocasiones, y jurado en innumerables concursos de poesía, incluido el del Fondo del Libro y la Lectura. En “La Profesión de silencio”, uno de sus libros inéditos, ella crea conciencia, a través de la poesía, del dolor inconmensurable que provoca la injusticia y la represión. Su poesía ha sido estudiada en diversas universidades chilenas y extranjeras y su obra figura en muchas antologías nacionales y del exterior. El 5 de junio de 2006, a los ochenta y cinco años de edad, fallece víctima de una trombosis cerebral. El ataque ocurre un 18 de mayo, la fecha en que estaba programado un recital de su poesía en la Biblioteca Nacional. Leería por última vez su obra a público, pero no pudo realizar su último sueño.


Detrás de las palomas...
Eliana Navarro
chilena

Detrás de las palomas está el campo,
detrás de las campanas,
de las plazas bullentes,
donde empiezan los verdes fulgurantes,
donde nacen los sueños profundos,
donde dice el silencio
amados nombres
y crecen dulces árboles
y galopan caballos.
Detrás de las palomas,
lejos,
hacia el azul violeta de los montes,
hacia la gradación de los colores:
sol de oro rojo, alba iridiscente.
Detrás de las palomas y de las altas torres,
de los techos plomizos, de las gárgolas,
detrás, se encuentra el campo
con su voz inefable,
con sus múltiples voces rebeldes, intocadas.



José Miguel Vicuña (1920-2007) Chileno. Nace en Santiago. Dedicó su vida a la literatura. Desde pequeño escribió. En su infancia fue muy travieso, más que todos los niños de la cuadra. Su padre, diputado de la República, lo castigaba para que enderezara la conducta, ignorándolo y quitándole el saludo, a lo que él respondía encerrándose en su cuarto, llorando, para luego crear y escribir poesía. A sus 8 años, un día 8 de noviembre, vale la coincidencia por el número infinito, mientras se realiza una fiesta en honor a una tía, le lee un poema a la concurrencia: “Rezo a la Humanidad”. Todos quedaron profundamente sorprendidos al sentir la hondura del poema. De este modo, su padre, Carlos Vicuña Fuentes, se dio cuenta del hijo que tenía, inteligente y sensible, y lo acogió. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. De un artículo de Martín Huerta en el diario La Nación del 12 de junio del 2006, sabemos cómo se formó el Grupo Fuego de la Poesía, cuyo creador fue José Miguel, entre otros. “Se encendió un 28 de abril de 1955. Hoy, pasada la cincuentena y con una barriga urgente el entusiasmo y la pasión de la entidad aún no se apagan. Unos cuantos locos lindos: José Miguel Vicuña, Carlos René Correa, Eliana Navarro, Jorge Hübner Bezanilla, Julio Barrenechea, Juvencio Valle, Hugo Goldsack, Hernán Cañas Flores y Francisca Ossandón, entre otros, que comúnmente se reunían en el Café Iris, en la Alameda esquina Estado, donde recitaban, soñaban y hacían proyectos como la Cooperativa de Libros con poetas jóvenes propuesta por Carlos René Correa, dieron comienzo a esta sui generis agrupación. De partida, José Miguel Vicuña se opuso de plano a crear algo que tuviera que ver con estatutos, obligaciones y menos con cuotas de dinero. “Esta será una sociedad poética en libertad. Punto”, dijo. Acordaron reunirse en asamblea dentro de 15 días, cada uno traería un par de amigos, nuevas ideas y deseos de proyectar la poesía hasta los ámbitos celestiales. Hugo Goldsack se consiguió una sala en el Círculo de Periodistas, Amunátegui 31, todos con gran entusiasmo pero no llegaron a acuerdo acerca del nombre que le pondrían a la agrupación. ¡Donde hay 10 personas, siempre hay 15 opiniones! Los muchachos dejaron el tema para después, esperando que a alguno le saltara la liebre y se dieron a la labor de la presentación del primer libro lanzado: “Humo lento”. Goldsack era quien hablaba maravillas de aquel texto. El murmullo y los aplausos de la reunión fueron apagados de súbito por el berrinche de un carrobomba y su sirena que acudía a un llamado de auxilio. Papú, papú, papuuuuuú… Panchita Ossandón gritó: “¡Fuego! ¡Fuego!…” “Y, como este elemento está siempre prendido en el corazón de los poetas, Hernán Cañas Flores alzó la voz, para hacerse escuchar: “¡Fuego!… ¡Grupo Fuego! ¿Qué les parece? Grupo Fuego de la Poesía… “Luego, los presentes se dieron a los brindis y acordaron reunirse esa noche en Il Bosco para brindar en forma. Allí fueron presentados a la selecta audiencia por el actor Roberto Parada del Trío Los Pencas y la concurrencia los obligó a recitar algunos poemas. Recompuestos del brebaje acordaron reunirse una vez al mes. Como los que hacían cabeza en el grupo eran Carlos René Correa y José Miguel Vicuña, la cosa funcionó así en sus primeros tiempos, pero se tornó un poquito molesta cuando el grupo fue invitado a un encuentro poético en Bolivia y los poetas bolivianos no sabían a quién dirigir el convite. Vicuña se resistió a ser nombrado presidente y declinó la opción para Correa. Y como los muchachos eran democráticos, igual hubo elecciones: Carlos René, presidente, y José Miguel, vicepresidente. (Huerta 2006) Ante los ojos de José Miguel apareció un remolino de encantamiento y poesía que traía para él la mujer de su vida: la poetisa Eliana Navarro. Joven nacida en Valparaíso y sureña de infancia, menuda, tierna y vital. Eliana llenó su vida…” “…Un 4 de enero sin decir agua va a sus familias y entre amigos, partieron al Registro Civil y se casaron. Luego de la ceremonia cada uno partió para su casa. Así de atarantados.Las vetustas familias hubieron de aferrarse a sus sillas cuando supieron la noticia. Rápidamente organizaron una nueva ceremonia, llevaron de pantalla a un ministro del Registro Civil, hicieron una gran fiesta en casa de la novia y les permitieron marcharse de luna de miel”.(Huerta 2006) En 1951 José Miguel da a conocer “La Edad de Bronce” y en 1955 “Trabajos de la muerte” y “Alígera Summa” En ambas obras subyace el pensamiento existencialista, simbólico, metafísico. En 1958 publicó “El Hombre de Cro-Magnon”, referido a la cultura clásica y a mitos ancestrales. En 1965 presentó “Poemas Augurales” y en 1977 “Cantos”. Fue Bibliotecario Jefe de la Biblioteca del Congreso Nacional y co-fundador del Teatro Experimental de la Universidad de Chile además de haber pertenecido al grupo literario “La Mandrágora”, un importante colectivo de poetas, durante un tiempo. “Era un personaje particular mi papá. Creo que pocas veces he conocido a alguien tan tierno y al mismo tiempo tan autónomo y solitario, sencillo y muy auténtico. Me enseñó la alegría, disfrutar cada momento. Él era gozador de la vida, muy intenso, muy apasionado”, expresa su hija Leonora Vicuña. Falleció a los 87 años, el 11 de agosto del 2007, víctima de un derrame cerebral.


"Testamento"
de su libro “Elemento y Súplica” (2000)
Fragmento

"Estoy pronto. Mi alma va intocada
No importa, pues, que caiga
este telón de tierra
porque otra primavera
se insinúa en el fin.
Ahora que se cumple
nuevamente la hora,
cuando la tarde cae,
parece todo comenzar.
Lo nuevo, lo imposible,
son apenas destellos
de lo que más amamos.
Nada que nos deslumbre,
porque ya lo sabíamos.
Tú naces, creces, vives. Te desvives.
Todo en ti se revela
como forma de enigma.
¿De qué mundo regresas?
¿Qué experiencias tejían
tus ojos al nacer?"



Chihauilaf Nahuelpan, Elicura (1952- ) Mapuche. Nace en Quechurewe, novena Región. “Elicura” significa “piedra transparente” del mapudungun lüg: “transparente”, kura: “piedra”. “Chihuailaf” significa “neblina extendida sobre un lago”; chiway: “neblina,” “lafün/lafken: contracción de “extendido” y “lago”. “Nahuelpán” es tigre-puma (nawel: tigre, pangi: puma. Pocos años después su familia se instala en el pueblo de Cunco, donde realiza sus estudios básicos. Terminará con distinción sus estudios secundarios en el internado del Liceo de Temuco, a setenta y cinco kilómetros de su hogar, y con el sentimiento de ser “exiliado”. Es un período que él llama “el exilio de la ciudad”. A ella llegó hablando un perfecto castellano, pero no pudo entender la semiótica de la sociedad “chilena”, ya que como él nos cuenta se nace en un lugar y ese es el espacio en el que habita el ser humano, y no hay otro. Ingresará a la Universidad de Concepción después, donde recibe su título de Obstetra. Esta profesión nunca la ejerció por dedicarse a la literatura. Su niñez siempre estuvo influenciada por la tradición familiar y la de su pueblo según cuenta. Eran campesinos mapuches aprendiendo de sus antepasados. Gracias a sus abuelos aprende a cultivar la tierra, a compartir la cultura y ser parte de su oralidad. La poesía responde a una permanente conversación, para él que permanece en la escritura, pero situado junto a la oralidad y respetando el pensamiento que lo sostiene, puesto que ese pensamiento es el de su gente, del mundo que habita. La escritura de Chihuailaf tiene que ver fundamentalmente con el universo de la memoria y con el de la historia. Allí permanece un centro desde donde girará la gramática de su escritura. «A orillas del fogón escuché cantar a mi tía Jacinta y escuché los relatos y adivinanzas de mi gente. Es decir, una poesía que no existiría si no estuviera alimentada por la memoria de una familia que pertenece a una cultura que para mí fue y sigue siendo muy hermosa, con mucha ternura. Mi expresión escrita no alcanza a recoger la inmensidad de esa memoria que está pidiendo ser escrita. Quizás alguna vez pueda hacerlo más fácilmente”, nos aclara en “Recado confidencial a los chilenos” en 1999. Plantea que su escritura viene de la oralidad del pueblo mapuche, de la conversación, así transmiten los mayores sus vivencias, su experiencia, ya caminando en el bosque tras el piñon, ya sentados en torno al fogón mateando. Es en esa experiencia que el poeta aprende a valorar y a creer en el poder de la palabra. La palabra, entonces, expresaría la concepción de mundo. Cada palabra da a conocer el pensamiento del hablante. El concepto del diálogo pareciera ser, está en la voz individual versus la voz colectiva: el pueblo mapuche, pero el hablante poético también se involucra con otro dialogante: la naturaleza, en la escritura; de este modo a él le habla el canelo, el árbol sagrado, para hacer prevalecer su pueblo, su cultura y el sentido de colectividad que la sustenta porque ésta le habla, a través de sus ancestros, para que converse con los “winka”, y mantenga siempre, la memoria y la historia de su pueblo. Ésta es la memoria de un pueblo sometido, y con ella, el poeta sale al mundo a solidarizar con otros vejados y humillados. Así se escribirá para unir a dos pueblos (chileno y mapuche) cada uno con sus muertos, con sus exilios, con sus dolores. Como traductor mapuche - chileno, él llegará a traducir a Pablo Neruda a su lengua, el mapudungun, única traducción, en “Todos los Cantos, Ti Kom Vl” poemas que dan cuenta del interés o conocimiento de Neruda sobre los pueblos indígenas; y su obra se traducirá, al mismo tiempo, a diversas lenguas en Europa. Ha publicado“El invierno y su imagen” en 1977; “En el país de la memoria”, una autoedición de 1988; “El invierno, su imagen y otros poemas Azules” en 1991. En 1994 organiza, en conjunto con Jaime Valdivieso, el congreso «Zugutrawn, reunión en la palabra. Primer encuentro de poetas chilenos y mapuches», en Temuco. Este mismo año recibió el premio “Mejores Obras Literarias” del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Asimismo, fue invitado a Cuba como jurado del Premio Casa de las Américas. Luego vendrán “De sueños azules y contra-sueños” en 1995; “A orillas de un sueño azul”, “La Palabra: Sueño y Flor de América” como un adelanto de una muestra de Oralitura Indígena de América en 1997, año en que le otorgan el Premio Municipal de Literatura, de la municipalidad de Santiago, mención poesía, por su creación “De sueños y contrasueños”. Varios de sus libros han sido ilustrados por el grabador chileno Santos Chavez, lo que realza su trabajo poético. También ha obtenido, en dos ocasiones, el premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura y ha sido elegido Secretario General de la Agrupación de Oralitores Indígenas de América e integrante del directorio de la Corporación NorAlinea, de defensa de los derechos humanos. En conjunto con el grupo musical Illapu, elaboraron un tema denominado “Bío-Bío Sueño Azul”, basado en unos de sus poemas. Virginia Vidal nos cuenta una de sus visitas a Elicura: “Se va desenredando la conversación y conseguimos que Elicura nos vaya contando algo de su vida. Ajeno a los aspavientos, serenidad y cortesía son inherentes a su personalidad; de repente, le brota el humor. Nos cuenta que una especie de atavismo lo impulsa a correr en cuanto siente el motor de un avión. Corre y sale al patio y hasta se saca la camisa para saludar a la aeronave. Esto es inevitable y lo hace siempre. Beti se ríe corroborando las palabras del marido. Muchos se chancean llamando a Elicura “el mapuche cibernético”, porque emplea la computadora e internet, pero él no se enoja, atento siempre a todos los avances para comunicarse con el mundo y convencido de que ninguna técnica, procedimiento ni disciplina pueden alterar la mente ni el corazón del hombre, pero sí le pueden facilitar el contacto con los demás”.


ÑI PEWMA MEW GÜMAN.

Elicura Chihuailaf Nahuelpan
Ka mapu mülepun gümaken
ñi pewma mew
rofülenew ti pu wechun wenu
ñi pu mawidantu mew
Müte alütuwlay ti rüpü
pu lamgen, pu peñi
ka witralen mülen tüfachi Ko
mew, pifiñ
Küpalelmu chi tamün Kallfü
Kawell wirafkülen wiñotuan
Kamapu küpan, welu ñi kümel
kaley ñi piwke
Eymün mew ta choyügen
Femgechi duguafiñ taiñ ayin

EN MIS SUEÑOS
Elicura Chihuailaf Nahuelpan
Traducción del poema anterior

Lejos de mi tierra añoro
cuando en mis sueños
me abrazan las altas cumbres
de mis montañas.
No es tan ancho el mar
hermanas, hermanos
y de pie estoy sobre estas aguas,
les digo.
Envíenme vuestro caballo
azul, galopando volveré
De lejos vengo, pero mi
corazón resplandece
De ustedes soy hijo, pues
Así hablaré a nuestra Gente
Amada.

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